La holandesa Adelinde Cornelissen se despidió de los Juegos Olímpicos luego de que su caballo fue mordido por un insecto venenoso, lo cual limitó al animal para competir.
La representante de los Paises Bajos solicitó un permiso para que su presentación se aplazara un día, sin embargo la Federación Internacional de Ecuestre negó la solicitud; la competencia de Adelinde sería el miercoles, pero dejarla para un día despés resultó en su partida de tierras brasileñas.
El equino llamado Parzival presentó diversos sintomas, entre ellos, su cabeza estaba hinchada, los cual violentó al animal a patear las paredes del establo donde se encontraba y presentar fiebre de 40 centigrados.
Ante la negativa de la federación la jinete optó por "no competir más" pues "la salud de Parzival es más importante que cualquier otra cosa en el mundo " escribió en redes, donde aseguró que no lo va a dejar solo ni un instante.