El americanismo recuperó la sonrisa, la decisión de que Rubens Sambueza podrá jugar el Clásico Nacional contra Chivas le da un ánimo diferente a la parroquia azulcrema. Pero qué ganarán las Águilas por el hecho de contar con su capitán. Primero carácter, el mediocampista es el líder nato del equipo, un tipo con temperamento que no suele escabullirse en estos compromisos.
Los clásicos demandan agallas y Rubens las tiene, es ahí una de las razones por las que ha visto tantas tarjetas, porque va al límite. En lo futbolístico ganará en la creación de juego, la media cancha de las Águilas funciona a partir del triángulo conformado por Daniel Guerrero, Osvaldo Martínez y el propio Sambueza, quien pide la pelota y es uno de los encargados de llevarla al campo enemigo.
Si Rubens anda enchufado es un elemento desequilibrante que puede abrir el camino, lo hizo en el Clásico del torneo anterior en la fase regular, cuando desbordó a Raúl López y después habilitó a Oribe para que el Cepillo marcara el segundo tanto de las Águilas en un juego que acabaron ganando 2-1 en el Omnilife.
En la Liguilla se fue expulsado ante Chivas en el juego de ida de los cuartos de final, no pudo estar en la vuelta y tenía unas ganas locas por jugar ante el Rebaño y liderar al equipo en un partido que quedará para la historia por ser el Clásico del Centenario, por eso el domingo se le veía entre molesto y desencajado, pero una vez que se conoció su perdón, no dudó en aceptar que dejarán lo mejor para llevarse los tres puntos.
“Sería muy bueno dar un golpe de autoridad; los clásicos se tienen que jugar y ganar. Lo que yo puedo prometer a la gente como capitán y como uno más del grupo, es que el equipo se va a entregar al máximo, va a dar lo mejor para ganar, ya que no se puede perder y lo que nosotros queremos no solamente es ganar el Clásico sino ganar el campeonato, que es lo que realmente le interesa a la institución”, dijo en declaraciones a Televisa Deportes. El sábado tendrá que demostrar ese carácter.