En 2015, los Vaqueros de Dallas vivieron una de sus peores temporadas de los últimos años, al terminar con récord de 4-12, marca que se debió en buena medida a la lesión de clavícula que sufrió su quarterback Tony Romo y que lo mantuvo fuera del campo 12 semanas.
En su ausencia, los pasadores Matt Cassel, Brandon Weeden y Kellen Moore intentaron levantar la ofensiva, sin éxito.
Ahora, a 20 años de su último Super Bowl, el coach Jason Garrett, que entra a su sexta temporada desde el inicio con el equipo, deposita la confianza en Romo para llegar a playoffs, por lo que la presión recae sobre el número nueve, quien a los 36 años podría estar ante su última oportunidad de llevar lejos a la franquicia.
Para ello contará con el regreso de Dez Bryant, un receptor veloz que se perdió media temporada por una fractura de hueso del pie derecho; si se mantiene sano, podrá ser un hombre de peligro para los perímetros rivales.
Otro elemento de cuidado en la ofensiva texana es el ala cerrada Jason Witten, quien entra a su temporada 14 con los Vaqueros y lideró al equipo en recepciones con 77, además de ser buen bloqueador en las jugadas por tierra.
En los corredores, Dallas contará con el novato Ezekiel Elliott, elegido con la cuarta selección global del Draft y considerado una futura estrella, quien tendrá a Darren McFadden y Alfred Morris como mentores.
El desempeño de Romo y Elliott dependerá de cómo trabaje su línea ofensiva, considerada una de las mejores en la Liga, con jugadores de calidad Pro Bowl como el tacle Tyron Smith, el guardia Zack Martin y el centro Travis Frederick, quienes tienen lo necesario para defender al pasador y abrir los huecos en jugadas terrestres.
Sin embargo, es en la defensiva donde se presentan los mayores dolores de cabeza para Garrett, porque ese sector ha estado marcado por la indisciplina.
Aunque se deshicieron del problemático Greg Hardy, el conjunto texano tendrá que lidiar con las ausencias de DeMarcus Lawrence (cuatro semanas) y Rolando McClain (diez), además de Randy Gregory, quien estaba suspendido por cuatro compromisos, aunque la cantidad podría aumentar a diez, todos por abuso de sustancias.
Será Sean Lee, líder tacleador del equipo, quien dé la cara en la defensiva, el linebacker fue de los pocos elementos rescatables la temporada anterior, al grado que solo una lesión lo alejó de disputar el Pro Bowl.
La secundaria es otro de los puntos que deberán mejorar si aspiran a la postemporada, porque el año pasado, a pesar de ser la número cinco de la Liga, interceptó solo ocho envíos rivales, la segunda cantidad más baja de la Liga.
Por su parte, los equipos especiales tienen en Dan Bailey a uno de los pateadores más seguros de la NFL, y en cinco años con la escuadra texana ha fallado solo 15 de sus 159 intentos, además de tener un registro perfecto en puntos extra, con 204.
Si Tony Romo logra mantenerse sano toda la temporada y la defensiva puede salir adelante, a pesar de las ausencias de varios jugadores, los Vaqueros no tendrán problemas en llevarse el título divisional y regresar a la postemporada.