El 20 de agosto en la tarde noche de Río de Janeiro sorpresivamente se empezó a escuchar que Ismael Hernández había ganado bronce en el pentatlón moderno y cuando las miradas mexicanas estaban puestas en el taekwondo y los clavados, sin embargo, para el mexiquense la presea no fue sorpresiva ya que para ello se había preparado.
“En este ciclo olímpico tuve una madurez física, no tengo ninguna lesión y mejore las marcas en cada una de las pruebas donde en esgrima desarrolle nuevas estrategias para vencer a mis contrincantes. Este año fue de mejoría y para mi no es ninguna sorpresa ya que esa medalla se trabajó desde el principio y al final se dieron los resultados., así que pensaba en el podio desde que se comenzó la preparación”, declaró Hernández.
El pentatleta mencionó que nunca se sintió presionado en cada una de sus pruebas y que solo se dedicó a realizar lo que había prometido antes de competir.
“Yo me deslindé de la presión y solo dije que daría la competencia de mi vida y no me colgué la medalla antes de tiempo. Ahora tras lograr esta presea no siento una responsabilidad como tal sino que siento un gran orgullo de ser el portavoz de mi deporte y confío en que sean más los niños interesados en este deporte para que el pentatlón en nuestro país vaya creciendo poco a poco”, mencionó el atleta.
Hernández había soñado con una medalla olímpica desde hace 17 años y a pesar de que en el ciclo de Londres 2012 tuvo muchos obstáculos en su carrera deportiva.
“Si mi padre tiene una gran virtud, que a veces es un defecto, es que le gusta tener el control de toda la situación y él fue al artífice de este logro, entonces esto comenzó desde hace ocho años con el camino hacia Londres donde en los Juegos Centroamericanos de Mayagüez 2010 logré la plata y después tuve el desafotunado caso de dopaje y se me interrumpió el ciclo porque ya no pude ir a los Juegos Panamericanos de Guadalajara 2011 y cuando busqué la clasificación al Mundial tuvé un accidente en el caballo y ya no pude clasificar a Londres. Después de eso estaba herido emocionalmente y la verdad una de las razones por las que me levanté es que tuve todo el apoyo de mi familia”, explicó.
Ismael indicó que por ahora disfrutará la medalla lograda y después planeará el proceso rumbo a los Olímpicos de Tokio 2020
“Quiero ir paso a paso y ahorita disfrutar este momento ya que al fin después de 17 años puedo decir lo logré y disfrutarlo hasta que me caiga el veinte. Si pienso aventarme para llegar al 2020 es porque realmente tendré las ganas de competir”, mencionó.
El deportista indicó que la medalla no ha cambiado su forma de ser y pensar y seguirá siendo la misma persona.
“Yo sigo siendo la misma persona, con los mismos valores y virtudes y la forma en que ha cambiado es la atención mediática y eso me da gusto porque ya soy portavoz de mi deporte y se inspire con mi historia. Todavía no me lo creo y para mí es un sueño que tenía desde hace 17 años y ahora es tangible”.