El primer enfrentamiento del año entre Raiders y Chiefs no solo es un partido decisivo para que Las Vegas termine con una racha de tres derrotas, o que Kansas City extienda su invicto a siete partidos. También es un choque importante entre dos exponentes de una de las posiciones que más se ha desarrollado en los últimos años.
Los Chiefs tienen en Travis Kelce a uno de los mejores alas cerradas de todos los tiempos, un seguro candidato al Salón de la Fama de la NFL y tres veces campeón del Super Bowl, mientras que los Raiders tuvieron uno de los grandes aciertos en el último Draft al reclutar a Brock Bowers con la selección 13.
Eso sí, en lo que respecta a esta temporada, los dos han vivido realidades diferentes. Mientras Kelce ha tenido un inicio lento con 28 recepciones (Patrick Mahomes lo ha buscado en 36 ocasiones), para 245 yardas y sin touchdowns, el novato egresado de la Universidad de Georgia comenzó con fuerza en el futbol americano profesional: Bowers acumula 47 recepciones (ha sido buscado 60 veces) y 477 yardas, con una visita a las diagonales. Está dentro del top 10 en las tres primeras estadísticas, convirtiéndose en un jugador de relevancia para unos Raiders que pueden haber encontrado a su jugador franquicia para los años venideros.
Un maloso con explosividad
SI algo ha sorprendido del novato es su habilidad atlética para conseguir muchas yardas tras la recepción. Es líder en la posición en yardas por recepción (251) y viene de una buena actuación individual ante Los Angeles Rams, —su primer partido como referente al ataque tras la salida de Davante Adams a New York Jets— con 10 recepciones para 93 yardas.
Bowers es el primer ala cerrada novato en la historia de la NFL que tiene tres partidos consecutivos de ocho o más recepciones, además de que sus 47 recepciones le ayudaron a superar a Amari Cooper (38) como el jugador con más recepciones en la historia de los Raiders en sus primeros siete partidos como profesional; esas atrapadas también representan un récord de Liga para un ala cerrada en siete partidos.
El viernes pasado, cuando se le preguntó sobre su secreto para conseguir tanta ganancia después de la recepción, sonrió y dijo que no hay una fórmula con la que trabaje, solo toca el ovoide y corre como si se tratara de una reacción. No analiza videos a profundidad sobre las cosas que funcionaron o no. Es un talento natural.
"En realidad, se trata de ver bien las cosas en movimiento. También puedo mantener el equilibrio cuando me golpean, y eso se logra con el entrenamiento, pero por lo demás, no tengo ningún secreto. Simplemente lo consigo y sigo adelante", aseguró.
Comparado con un grande
Kelce, quien solo tuvo una jugada en su temporada de novato (2013) por una lesión de rodilla, tuvo una buena presentación completa en 2014, con 67 recepciones para 862 yardas, líder de los Chiefs en dichos rubros, además de que culminó con cinco recepciones que terminaron en anotación. Basados en el desempeño actual de Bowers, se proyecta que el ex Bulldog de Georgia termine con una producción estimada de 114 recepciones para 1,158 yardas y logre más touchdowns en el proceso: una previsión bastante prometedora.
Paso a paso. Bowers necesita un par de recepciones ante Kansas City para llegar a las 49 en ocho partidos, lo que sería la mayor cantidad para un ala cerrada novato en los primeros ocho partidos de su carrera, con lo que rompería la marca que Keith Jackson estableció en 1988 con Philadelphia Eagles (48). Si logra cuatro recepciones, superará a Darren Waller (50 en 2020) con el récord de la mayor cantidad de atrapadas para un ala cerrada de los Raiders en los primeros ocho partidos de una campaña.
En caso de que sume 23 yardas, llegará a las 500 este 2024, lo que lo convertiría en uno de los dos alas cerradas en la historia de la NFL que lo logran en sus primeros ocho partidos como profesional, uniéndose a Kyle Pitts (546 en 2021). Pero si suma 70 yardas ante los Chiefs, Bowers superará al jugador de Atlanta Hawks como el ala cerrada novato con la mayor cantidad de yardas en la historia de la NFL tras ocho apariciones en el emparrillado. Sin duda, se está ganando su lugar como un jugador determinante y una pieza fundamental hacia el futuro.
RGS