El estadio Olímpico se ha convertido en la fortaleza más importante de Pumas. Anoche, sumó su quinto encuentro con victoria al hilo en lo que va del Apertura 2016, y frente al Atlas terminó mostrando una versión ofensiva y con gol. Por 2-0, los de Paco Palencia se impusieron a un sinodal entregado, que no mostró carácter y menos amor propio ante la desventaja en el marcador.
Con 17 puntos en 10 fechas, los felinos mantienen paso de Liguilla y siguen en ascenso. Les espera el América. Precaución fue el sinónimo de los primeros minutos del duelo entre Pumas y Atlas. Fue hasta el 15' cuando Javier Cortés mandó el tiro de mayor peligro, pero esto pasó apenas rozando el poste derecho del guardameta argentino Óscar Ustari. Y pese a que Universidad no era un rival incesante en el frente de ataque, y aunque concedía ligeras ventajas, también apretaba la salida de los rojinegros e intentaba cortar circuitos. Demasiado análisis, ambos cuadros aguardando el error ajeno para asumir mayor riesgo.
La estrategia tanto de Paco Palencia como del Profe Cruz era esperar. Pumas lo intentaba por las bandas, pero también con centros precisos esperando la reacción del ataque. Al 37', Cortés apareció en los linderos del área enemiga para filtrarle una pelota a Fidel Martínez de manera adecuada, peor el ecuatoriano no logró definir ante la pronta salida de Ustari.
Cuarenta y cinco primeros minutos densos, de nulas oportunidades de gol para la visita y apenas un par para Pumas, así como un meticuloso arbitraje de Fernando Hernández; desde la grada, más sinsabores que situaciones para recordar. Palencia, como es habitual, replantearía objetivos, pero sobre todo formas para conseguir, por lo menos abrir el marcador. La imagen de su equipo estaba lejos de los anteriores cuatro duelos en casa. El ritmo era semilento.
Apenas al inicio del complemento, Jesús Gallardo ingresó al área rival, eludió a Rafael Márquez, pero no se libró de la sancadilla de José Madueña. El silbante marcó de inmediato la pena máxima e instantes más tarde Darío Verón gritaba el 1-0. Todo Atlas reclamó la determinación del árbitro, mientras que los del Pedregal acompañaban al antiguo capitán en su festejo.
Pumas no se conformó con la mínima. Palencia le dio ingreso a Kevin Escamilla, para colocar al juvenil en una especie de '5', y así liberar de ciertas funciones defensivas a Javier Cortés y Abraham González. Se notó de inmediato la modificación, que es constante en el once de Paco. Más libres, los de CU se abalanzaron a profundidad. Atlas intentaba, con sus recursos, pero intentaba.
Los rojinegros apenas se acomodaban por las modificaciones técnicas y los ingresos de Jahir Barraza y Daniel Álvarez, cuando Abraham González recuperó una pelota en la media y avanzó con seguridad, abrió hacia un costado derecho para Pablo Barrera, este tomó el esférico, centró y el que apareció para vencer a Ustari con un potente remate fue el propio español. 2-0 y mejor volumen de juego ofensivo para Universidad Nacional. Con el marcador más definido, Palencia le dio minutos a Eduardo Herrera.
Pumas cerró el encuentro atacando, siendo fieles a la esencia y mística del equipo. Aunque en términos generales el partido no ofreció mucho, el resultado es importante para generar un envión anímico de cara al compromiso de este sábado, cuando los felinos se tengan que medir al América. El escenario fue propicio.
Para Palencia le queda en el aire la conclusión de las dos caras que exhibió su equipo. Con la liberación de Cortés y González, la oncena del Pedregal lució un rostro más fuerte, imponente, si bien, ante un rival que no exigió lo suficiente pero sí se notó la mejoría a comparación de jornadas anteriores. Paco tendrá que días para pensar en su esquema y la estrategia necesaria contra el América.