Los equipos del estado de Pensilvania, Acereros y Águilas, solo pueden enfrentarse cada cuatro años. Pero lo excelente del partido de hoy en Filadelfia es que ambos ostentan marca de 2-0 y pisan fuerte en los albores de la temporada de la NFL.
Pese a las ausencias del estelar corredor Le’Veon Bell y el receptor Martavis Bryant (Bell acabará de purgar una suspensión de tres partidos impuesta por la Liga este fin de semana, mientras Bryant fue suspendido por toda la campaña), el ataque de Pittsburgh anda a todo vapor.
DeAngelo Williams lidera la NFL en acarreos en su undécima temporada, Antonio Brown es el receptor más peligroso de la Liga y el quarterback Ben Roethlisberger ha mostrado un magnífico nivel y que puede llevar a su equipo al objetivo planteado con antelación por el club de anotar 30 o más puntos en esta temporada.
“Nadie pide un certificado de nacimiento previo a los partidos”, declaró el coordinador ofensivo de las Águilas, Jim Schwartz, sobre Williams, de 33 años. “No te regalan las nueve yardas (si eres mayor de 30 años). Tienes que fajarte para conseguir las 10. Williams es un corredor paciente, compacto y recio. Puede sacar provecho de cada espacio que le dejen abierto”, añadió.
Y es que los Acereros están demostrando un balance temible en el comienzo de la campaña 2016. Si no trabaja por aire Big Ben con sus peligrosos receptores abiertos, es Williams quien en yardaje corto consigue lo necesario para mantener el ataque.
Por si fuera poco, los Acereros son un muro. Su defensa contra la carrera es la segunda mejor de la NFL, así que Filadelfia dependerá de las maniobras de su quarterback novato, Carson Wentz, quien ha dejado una grata impresión al debutar con victorias ante Cleveland y Chicago, pueda hacer para mantener el buen paso de Filadelfia, en busca de un equipo exitoso después de tantos malos pasos para elegir un sistema. Pero Pittsburgh es un equipo mucho más fuerte.
Los Acereros en todas sus facetas representan el equipo más peligroso al que se enfrentará el joven Wentz.
El entrenador de las Águilas, Doug Pederson, elogió a Wentz cuando le preguntaron si veía algo de Roethlisberger en la segunda selección del último Draft.
“Un poquito, un poquito”, indicó Pederson. “Carson tiene la habilidad de prolongar las jugadas con su piernas. Ben tiene esa presencia enorme en la bolsa, es difícil derribarlo y cuenta con una gran visión del campo. Creo que el factor dentro del talento de Carson es que tiene esa visión cuando las jugadas se desbaratan”, elogió el entrenador.
“Así que tiene muchas similitudes con Roethlisberger. El hecho que los dos son muy buenos pasadores fuera de la bolsa de protección es algo destacable sobre ambos”, agregó Pederson.
Y así lo será con un récord de 3-0, pero quizá después del juego de esta tarde la buena reputación que ha construido Wentz comience a difuminarse.
Wentz enfrenta su primer prueba seria hoy contra la defensiva de los Acereros que solo han permitido dos touchdowns en dos encuentros. Lo curioso es que ambas anotaciones han venido en el cuarto periodo, cuando el juego ya estaba en su bolsa y visiblemente habían bajado la intensidad.
La secundaria ha concedido 695 yardas aéreas en dos juegos, pero esa estadística es engañosa. Cada jugada que han defendido ha sido solo por 7.2 yardas. El esquinero Ross Cockrell ha sido un gran ingrediente de una unidad defensiva que no ha visto lo mejor desde hace años, y Pittsburgh, de la mano de una ofensiva temible, quiere regresar a esa época en que la sola mención de su línea conseguía intimidar a algunos adversarios.
“Él (Cockrell) ha crecido en todas las áreas”, dijo el coach de los Acereros, Mike Tomlin. “Tiene las cualidades que emocionan: es duro, listo y tiene un buen juego por encima de la cabeza, es un obrero”.
Y quizá Cockrell tenga una gran oportunidad hoy, ya que las Águilas no tienen un verdadero receptor principal. Jordan Matthews y Nelson Agholor han sido sólidos elementos, pero tienen ya varios balones tirados y han mostrado falta de concentración.
Lo cual no ha sido el caso de los Acerereos, con su cuerpo de jóvenes receptores, como Sammie Coates. El veterano Antonio Brown no quedó contento luego del juego contra Cincinnati hace una semana porque solo tuvo cuatro recepciones para 39 yardas.
Brown, Coates y el ataque aéreo de los Acereros pueden vivir hoy la frustración de enfrentar una defensiva de las Águilas liderada por Jim Schwartz, la cual es quinta contra el pase, permitiendo solo 194 yardas por juego. Además, solo han concedido 12 tantos por encuentro.
Sin embargo, en pases largos, la secundaria de las Águilas ha concedido tres pases de 40 o más yardas en lo que va de este año, lo que puede favorecer a Brown o a Coates.