Michael Arroyo puede ser un sinónimo de revulsivo, el ecuatoriano es un jugador irreverente, a veces predecible y errático, pero tiene, también, la capacidad de cambiar el escenario de un partido. Parecía que la fiesta el Centenario de América acababa en un empate a cero, pero Michael salió del banco y con un tiro libre (que tuvo la complicidad de Michael Orozco) logró batir la meta de Federico Vilar para darle la victoria a las Águilas y cerrar una semana redonda para el americanismo.
La fiesta que empezó en las tribunas tardó en estallar en el campo, pero al final llegó. Y es que América salió con decisión, sabía que era un día en el que no podía fallar, tenía que asumir una postura valiente y fue en busca del arco de Federico Vilar, dispuso de ocasiones, pero no estuvo fino en el punto de remate, Oribe gozó de un cabezazo que en lugar de rematar a gol bajó la pelota con la cabeza, perdiéndose la primera clara. El propio 'Cepillo' dispuso de otro remate que se fue desviado.
Lucía bien América porque encontraba profundidad por ambas bandas, Ibarra y el regreso de Samudio le permitían a las Águilas tener amplitud y vías de acceso; sin embargo, esas intenciones le duraron poco al cuadro americanista, porque el paraguayo salió del campo lesionado cuando apenas iban 15 minutos.
El líder general pasó algunos momentos de apremio, pero sobrevivió a ellos y de cuando en cuando también transmitió sensaciones de peligro al arco de Muñoz; el empaque de Xolos es tal que es capaz de generar una acción en cualquier momento, lo demostró Dayro que logró mandar un centro se paseó por el área.
Se niveló el partido que bajó de intensidad y porque Tijuana empezó a apretar, Avilés Hurtado fue una constante amenaza; el delantero colombiano arrancaba y la defensa azulcrema tenía que estar con los nervios a tope, pero el atacante fronterizo desperdició dos ocasiones claras, una de ellas muy clara en la que Moisés Muñoz lo desarmó y en el contrarremate el mismo Moisés evitó la caída de su arco. Y en otra ocasión Caraglio cruzó demás un tiro cuando ya había superado a la zaga.
Aunque a ritmo lento seguía el intercambio de golpes, las Águilas con un cabezazo de Pablo Aguilar buscaban abrir el marcador, pero Vilar no concedía nada. América tuvo algunas ráfagas de Sambueza, el capitán buscaba asociarse y mandar centros, pero ninguno logró llegar al destinatario.
Si bien América ya mostraba un avance en su funcionamiento, también es cierto que le sigue haciendo más tiempo de trabajo, aunado a que anoche la salida de Samudio le condicionó sus intenciones ofensivas, porque Mares no tiene ese fuelle físico que le dé un ida y vuelta por la banda izquierda. También porque Tijuana es un equipo bien estructurado, con los automatismos defensivos y ofensivos bien comprendidos. El equipo de Miguel Herrera no se amilana en ningún escenario.
De hecho, al inicio del segundo tiempo fue el cuadro fronterizo el que encontró el gol, pero éste fue anulado por fuera de juego. Un aviso claro que de que Tijuana venía a dar un paso firme para lograr su calificación a la Liguilla y de paso estropear el festejo de las Águilas.
El cuadro local también asumió su peso, buscó América esa ocasión que lo llevara al festejo, volvió a tenerla en los pies de Oribe, el Cepillo controló un pase de Mares, recortó a su marcador y disparó, pero el balón se fue desviado.
Creció el partido en ritmo y entró en una fase en la que se esperaba en uno y otro equipo alguien que tuviera la capacidad para revolucionar el juego y cambiar el orden del partido.
Dayro la tuvo, pero volvió a toparse con Muñoz. América modificó y salió Oribe por Gil Burón, se adelantó Ibarra y Romero pasó a ser el punto de referencia en ataque, pero la noche del Chino fue demasiado discreta, sobre todo porque al 66' se perdió una ocasión clarísima: Sambueza puso la pelota en la cabeza del delantero y éste la remató por un costado.
También entró Arroyo para buscar ser el revulsivo que encendiera al América, y ocurrió hasta el minuto 79, Michael colocó la pelota, la fe que se tiene el ecuatoriano es a prueba de cualquier escéptico, Arroyo golpeó fuerte con la derecha y Michael Orozco desvió la bola, Vilar la alcanzó a manotear, pero no pudo evitar el gol.
América mejora, sigue aspirando a los primeros puestos, anoche festejó sus cien años y venció al líder general. La Volpe sigue invicto y con la mira puesta en la Liguilla.