El inicio de semana arrancó con el tema del partido entre Estados Unidos y México, con la estadística de que en Columbus, el Tricolor no ha podido vencer, que le pesa el inmueble, el no tener a su afición y el frío. Pero en dicha ciudad, en esos momentos, no se sentía todos esos aspectos de los que se hablaban.
Este miércoles todo es distinto. El frío intenso se desató (con unos 10° centígrados) , los aficionados han llegado en busca de una oportunidad de conseguir boletos, claro que revendidos, y los futbolistas del conjunto de las barras y las estrellas ya entran en calor en cuanto a declaraciones.
El grito del "dos a cerou", recordando el marcador por el que le han ganado a México varias batallas, no es solo una campaña, dijo un valiente Tim Howard, es un marcador que han hecho valer.
"No es una campaña, son resultados reales que hemos logrado. Nosotros disfrutamos ganar sin importar el resultado, el marcador puede ser cualquier otro y estaremos contentos si logramos triunfar".
Además, destacó lo importante que es este encuentro, lo especial que arrastra por la historia que han escrito ambas selecciones.
"Estar en Columbus es aún más emocionante, tenemos ansias de empezar, aunque siento que será un partido duro, es un duelo para la Copa del Mundo. Además, nosotros somos locales y no queremos regalar nada".
Michael Bradley, por su parte, también destacó que "son partidos especiales, y claro que todo mundo quiere jugar, es la clase de partidos para los que te preparas porque son increíbles. Hemos tenido buenas experiencias en los últimos juegos ante México y espero que el del viernes sea uno más".
El mediocampista señaló que en este grupo se han preparado al máximo para el Hexagonal, y que Estados Unidos llega fuerte, que "se combina mucha experiencia con la juventud de otros. Además, contamos un gran entrenador que tiene buenas ideas para ganar el partido. Tengo grandes expectativas".