09/05/2024

La espera terminó

Lunes 21 de Noviembre del 2016

La espera terminó

Así ha sido el ambiente previo al juego de NFL en México entre los Texanos de Houston y los Raiders de Oakland 

Así ha sido el ambiente previo al juego de NFL en México entre los Texanos de Houston y los Raiders de Oakland 

La NFL se tardó más de 11 años en regresar a México, pero ninguna espera fue tan larga como la de las últimas horas.

Desde las 14:00 horas; es decir, cinco horas y media antes del inicio del partido entre los Texanos de Houston y los Raiders de Oakland ya había gente en los alrededores del Estadio Azteca, sobre todo del equipo de California.

Los seguidores comían en los puestos cercanos o hacían fila para ser los primeros en dejar su automóvil en el estacionamiento del inmueble, y entonces sí comenzar con la fiesta.

Los aficionados mexicanos de los Raiders no fueron menos que los de Oakland, y lucieron sus mejores disfraces para el primer partido de temporada regular en la Ciudad de México desde 2005. El maquillaje de calavera era el más habitual, pero también el de los integrantes del grupo Kiss e incluso el casco de Darth Vader, de Star Wars.

Cualquier disfraz era útil para sembrar el miedo en el equipo rival, y también servían los jerseys de Derek Carr, Khalil Mack, e incluso de Rich Gannon o hasta de Marcus Allen para hacer pesar la presencia de la 'Raider Nation' y hasta las protestas por la posible mudanza a Las Vegas.

En cambio, los Texanos tenían menos apoyo, eran ruidosos con el grito de "Houston, Texans", pero el número era reducido en comparación con los vestidos de negro.

Sin embargo, los aficionados nacionales utilizaron el partido como pretexto para lucir los jerseys de su equipo favorito, y abundaban los de San Francisco, con los nombres de Joe Montana o Colin Kaepernick, los de Dallas, con la nueva sensación Dak Prescott o la leyenda Troy Aikman, el de Tom Brady de Nueva Inglaterra o el de Peyton Manning, ya retirado, con Denver.

Incluso había de los Carneros, ahora de Los Ángeles, o de Pumas CU, el equipo de la Onefa.

La tienda del Azteca, que normalmente vende las playeras del América, se transformó en un local de la NFL, los maniquíes de los Raiders y los Texanos daban pie a un lugar en el que había jerseys de Oakland o de Houston a 1,500 pesos, pero también de Indianápolis, Washington, y hasta de los Jaguares de Jacksonville. También estaban las playeras conmemorativas, los cascos y hasta los muñequitos de Andrew Luck o Aaron Rodgers.

Pero afuera, los aficionados estaban impacientes por entrar, los accesos se llenaron desde las 15:00, aunque las puertas abrieron hasta las 17:30, y el control fue total, después de superar las rejas colocadas en la explanada, había que pasar por un arco tipo aeropuerto, dejar las llaves, el dinero o el celular en una bandeja y luego cruzarlo.

Ya adentro, la fiesta era total, con grupos de rock en las puertas principales, varios centros de venta de productos de la NFL, comida y diversiones con juegos de video o actividades para probar las cualidades al lanzar pases, recibirlos o taclear.

Aunque se trataba de un partido en el que se hablaba español, entre los miles y miles de aficionados también se escuchó el inglés, con seguidores que no venían solo de Texas o de Oakland, sino de Pittsburgh, Nuevo México y Florida.

Todo para disfrutar del regreso de la NFL a México. Después de 11 años de espera, los últimos minutos fueron lo de menos.

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