Con el marcador igualado 10-10 tras el medio tiempo, los Texanos de Houston encontraron la chispa que necesitaban a través de las manos del quarterback rival, Derek Carr, de los Raiders de Oakland.
En la primera jugada ofensiva del tercer cuarto, el mariscal de campo de los Malosos lanzó un pase profundo que buscaba a Amari Cooper, pero el ovoide cayó en manos de A.J. Bouye, esquinero de los visitantes.
El ataque de Houston recuperó el balón en su propia yarda 35, y tenía la posibilidad de convertir en puntos el robo de balón. Pero la situación se complicó. En su propia yarda 44 enfrentaba una jugada de cuarta y una, y el coach Bill O'Brien decidió arriesgar, y mantener a la ofensiva en el campo.
Hasta antes del partido en el Azteca, los Texanos habían convertido dos de las 10 cuartas oportunidades que tuvieron, para ubicarse en el lugar 30 entre los 32 equipos de la Liga.
Sin embargo, el coach fue contra las estadísticas y en su propio campo mandó una jugada por el centro con el corredor de poder Jay Prosch, quien avanzó por el centro un par de yardas para mantener con vida el ataque de los de la División Sur de la Americana.
La apuesta rindió frutos y de inmediato llegó un pase largo de Brock Osweiler que llevó a su equipo hasta territorio rival. La visita avanzó hasta la yarda 1 de los Raiders de Oakland, y desde ahí Lamar Miller acarreó el balón a las diagonales.
Con la acción, Houston se fue arriba en el marcador 17-10, aunque los Raiders lograron empatar el partido con un envío de 75 yardas de Carr a Jamize Olawale un poco más tarde.
En la siguiente serie para los Texanos, O'Brien volvió a demostrar la confianza en su ataque, pero esta vez no tuvo éxito.
En un ataque que comenzó en su propia yarda 44 tras una buena devolución de Akeem Hunt, los Texanos llegaron hasta territorio rival.
Un pase de Osweiler a DeAndre Hopkins los dejó en la yarda 24 de los Raiders, en distancia de gol de campo, sobre todo con la altitud de la Ciudad de México.
Pero en cuarta y una, O'Brien volvió a apostar contra sus opciones. Akeem Hunt acarreó el balón por el lado izquierdo de la línea, pero se quedó corto, como lo demostraron las cadenas; incluso la revisión mostró que le faltaron centímetros para conseguirlo.
Houston se quedó sin esos tres puntos, y en la siguiente serie, Carr encontró a Amari Cooper, quien se escapó hasta las diagonales para darle la victoria a los Raiders de Oakland.