Fidel Castro, fallecido líder de la revolución cubana, era un fervoroso aficionado al béisbol. El cual es el deporte nacional de la isla caribeña, pero los deportistas oriundos de ciudades como La Habana, se alejaron y buscaron triunfar en las Grandes Ligas de los Estados Unidos.
Jugadores como Liván Hernández, lanzador derecho de los Malins de Miami ganador de una Serie Mundial en 1997.
Además de José Contreras, fichado por los Yanquis para luego irse con los Medias Blancas de Chicago.
Pero Fidel Castro siempre “satanizó” a las Grandes Liga estadounidenses, con el país (Cuba) paralizada en el ámbito productivo.
Así el 14 de enero de 1962 Fidel Castro declaró en Cuba la renuncia al profesionalismo, según reproduce la prensa de La Habana, el líder histórico de la revolución dijo: "era el triunfo de la pelota libre sobre la esclava".
Ahora la pregunta es saber si de verdad, con el fallecimiento de Fidel Castro, el béisbol de las Grandes Ligas deja de estar "satanizado" en la isla y vuelve a ser un elemento de unión entre Cuba y Estados Unidos, como lo era hasta antes de 1962.