Aproximadamente 50 aficionados del Valencia recibieron el autobús que transportaba al equipo en medio de gritos y consignas en contra de los jugadores de la primera plantilla.
“Jugadores mercenarios” era el grito que se escuchaba con mayor frecuencia cuando el sábado por la noche arribó el autobús a Manises.
A la llegada del bus, los jugadores debían recoger sus autos que habían dejado en las instalaciones. Los aficionados golpearon la carrocería del autobús al llegar a Ciudad Deportiva.
Los jugadores del Valencia fueron escoltados por más de 70 unidades de la Policía Nacional para que pudiesen retirarse del recinto. Los seguidores del equipo continuaban con los gritos en contra de la plantilla después de su retiro.