No hay salida para Novak Djokovic, aunque ahora es el número 2 del mundo en el ATP es el rival al que todos quieren derrotar en el primer Grand Slam del año, el Abierto de Australia.
Ahora es el español Pablo Carreño que espera al serbio en tercera ronda y así se refirió este viernes el tenista a su colega y emblema de los Balcanes: "Y poder crecer como jugador, ganando a los mejores".
"Jugar con Djokovic en cualquier superficie es un reto porque es uno de los rivales a batir en el circuito", dijo. "Es uno de los mejores, no es número uno ahora pero está ahí muy pegado. Es un partido de los que gusta jugar, porque juegas al tenis para jugar estos encuentros y poder crecer como jugador, ganando a los mejores".
"La satisfacción personal de ganar un partido de estos, es algo muy bonito", indicó el asturiano.