Nadie sabe manejar la presión de un Super Bowl como Tom Brady. Nadie jugó el partido tantas veces como él y nadie va a sacarlo de concentración en la semana del juego.
El quarterback de los Patriotas de Nueva Inglaterra llegó sabiendo que se le cuestionaría de nuevo por su amistad con Donald Trump, el polémico presidente de los Estados Unidos, que contó con su apoyo para la campaña presidencial.
Fueron varios intentos por parte de los reporteros nacionales e internacionales para abrir el tema, pero siempre se encontraron con una evasiva.
-¿Puedes nombrar a tres celebridades que son fans de los Patriotas?
“Claro, Matt Damon, Ben Affleck y Mark Wahlberg”, resolvió sin mencionar a Trump.
Antes su buen amigo y ex compañero en Nueva Inglaterra, Willie McGinest lo había entrevistado para NFL Network y soltado la broma “¿Te llamó Trump?”.
“Tú no debes preguntarme eso”, advirtió Brady.
Fueron muchos los intentos de hacerlo caer en la trampa por parte de la prensa, pero no mordió el anzuelo, volvió siempre a la misma respuesta, “solo soy una persona positiva y deseo lo mejor para todos”.
Brady se mantiene motivado y tal vez en mejor condición para su posición que en los primeros años, cuando llegaron los tres anillos. Todavía le restan tres largas sesiones de prensa en las que manejará las preguntas sobre Trump y la suspensión de cuatro partidos que rompió su relación con el comisionado Roger Goodell.
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