Los Super Tazones nos han dejado varias jugadas que se han convertido de manera instantánea en referencias para el imaginario colectivo. Momentos que determinaron el curso del partido.
A continuación te presentamos algunos de esas jugadas que le quitaron el aliento a los rivales y al público en general.
Joe Montana vence a Bengalíes en la última serie ofensiva (SB XXIII)
Más que una jugada, se trata de una serie ofensiva que destaca por la rapidez y la eficacia con la que se ejecutó. El partido concluyó en su primera mitad con empate 3-3, algo inédito en la historia de la NFL.
En el último cuarto, el conjunto de Cincinnati ganaba 16-13 gracias a un gol de campo de 40 yardas de Jim Breech cuando restaban tres minutos de juego. Sin embargo, los 49ers de San Francisco realizaron uno de los ‘drives’ ofensivos más recordados de la historia.
Joe Montana y la ofensiva gambusina lograron recorrer 92 yardas con un buen consumo del tiempo para finiquitar el partido con la recepción de diez yardas de John Taylor en la zona de anotación a 34 segundos de que terminara el juego.
En esa noche, Montana completó 23 de sus 36 pases para dos anotaciones y 375 yardas, lo que impuso una marca en el Super Bowl para su época.
El acarreo de 43 yardas para Touchdown de John Riggins (SB XVII)
Durante el último cuarto, los Pieles Rojas de Washington perdían 13-17 contra los Delfines de Miami. Fue cuando el corredor John Riggins rompió una tacleada en cuarta y uno y movió el ovoide 43 yardas hasta las diagonales, lo que revirtió el marcador 20-17 con el punto extra.
La pizarra final quedó 27-17; en tanto Riggins fue nombrado el Jugador Más Valioso del juego.
El touchdown terrestre de Marcus Allen de 76 yardas (SB XVIII)
Tras recibir el balón en su propia yarda 24, el corredor Marcus Allen tuvo que quitarse de encima a dos rivales para lograr escapar y sellar la paliza de los Raiders de Los Ángeles sobre los Pieles Rojas de Washington. Hasta el momento, el récord de Allen del acarreo más largo en un Súper Domingo se mantiene intacto.
El ‘Helicóptero’ de John Elway (XXXII)
El último juego del mariscal de campo de los Broncos de Denver contó con una de las mejores jugadas de su carrera. Al intentar obtener el primero y diez, Elway se arriesgó y fue golpeado por dos defensivos de Green Bay, quienes lo hicieron girar en un ‘efecto helicóptero’ pero no pudieron detenerlo.
Eventualmente los Broncos se 31-24 a los Empacadores de Green Bay y Elway se consagró como el quarterback más importante en la historia de la franquicia.
‘The Tackle’ (SB XXXIV)
Los equipos perdedores también han tenido momentos que cambiaron el mundo del deporte. Durante su última serie ofensiva, los Titanes de Tennessee llegaron hasta la yarda 10 de los Carneros de San Luis, con seis segundos por jugar, sin tiempos fuera y con la posibilidad de empatar el juego.
Ya en la última jugada del partido, Steve McNair lanzó un pase rápido para Kevin Dyson, quien atrapó el balón en la yarda tres, pero el linebacker Mike Jones lo detuvo a una yarda de la zona de anotación. Ni siquiera el brazo estirado de Dyson con el balón pudo servir para empatar el encuentro y los Titanes cayeron 16-23 contra los Carneros de San Luis.
‘The Helmet Catch’ (SB XLII)
Con poco más de un minuto por jugar en el último cuarto, Eli Manning logró escapar de una captura segura y lanzó el pase a David Tyree, quien logró la recepción cuando se pegó el balón hacia su casco y mantuvo vivas las esperanzas de su equipo.
Esta jugada sirvió para que Manning conectara con Plaxico Burress en la zona de anotación y los Gigantes de Nueva York vencieran 17-14 a los invictos Patriotas de Nueva Inglaterra.
La intercepción de 100 yardas de James Harrison a touchdown (SB XLIII)
A punto de terminar el segundo cuarto, Kurt Warner de los Cardenales de Arizona amenazaba con anotar de nueva cuenta tras el touchdown aéreo que había realizado la serie anterior con Ben Patrick.
Sin embargo, en esta ocasión el linebacker James Harrison logró robar el envío y recorrió todo el campo hasta las diagonales para cerrar la primera mitad del juego con un marcador 17-7 en favor para los Acereros de Pittsburgh.
La recepción de Santonio Holmes (SB XLIII)
Ya en los últimos segundos del mismo Super Bowl, los Acereros lograron darle la vuelta al marcador cuando Ben Roethlisberger encontró a Santonio Holmes en la zona de anotación, quien logró atrapar el pase y arrastró los pies en el suelo para asegurar el touchdown.
Así, los Acereros vencieron 27-23 a los Cardenales de Arizona y Holmes fue nombrado el Jugador Más Valioso.
Malcolm Butler salva a los Patriotas (SB XLIX)
Diez años después de su último Vince Lombardi, Tom Brady y compañía lograron llegar una vez más al Super Bowl tras dos visitas fallidas frente a los Gigantes de Eli Manning. En esta ocasión se enfrentaron a los Halcones Marinos de Seattle, campeones defensores.
En los últimos segundos del partido, el mariscal de campo Russell Wilson y la ofensiva de Seattle tuvieron la oportunidad de darle la vuelta al juego. Un buen pase a Jermaine Kearse acercó a los Halcones Marinos a la zona de anotación, una jugada en la que el novato Malcolm Butler se vio rezagado.
Ya a unas yardas de anotar, el corredor Marshawn Lynch movió el ovoide cuatro yardas en la primera oportunidad. Ya en el segundo down y a una yarda de la zona de anotación, el entrenador Pete Carroll optó por una jugada por pase. Wilson intentó conectar nuevamente con Kearse, pero estaba bien cubierto por Brandon Browner, por lo que decidió lanzarle el pase a un aparentemente solitario Ricardo Lockette para finiquitar el marcador. Sin embargo, Malcolm Butler logró interceptar el balón y le dio nueva vida a los Patriotas, que recuperaron el balón y consumieron el reloj para ganar el Super Bowl XLIX con marcador 28-24.
La recepción de Julian Edelman (SB LI)
Cuando todo parecía perdido para los Patriotas ante los Halcones de Atlanta, la remontada del conjunto de Nueva Inglaterra llegó en el último cuarto. En la primera mitad, los ‘Pats’ se encontraban abajo 21-3, pero a partir de ahí llegó su segundo aire.
Ya en el último cuarto, Tom Brady lanzó un gran pase a Julian Edelman, que entre dos defensivos logró atrapar el balón para mantener vivas las esperanzas de su equipo y eventualmente empatar el marcador. Finalmente, los Patriotas vencieron 34-28 a los Halcones y se coronaron campeones de la NFL por quinta ocasión.