La historia de Novak Djokovic en México duró exactamente una semana. El jueves 23 de enero fue anunciado de manera sorpresiva para participar en el torneo de Acapulco, y el jueves 2 de febrero se despidió del certamen, en cuartos de final.
El serbio fue sorprendido por el australiano Nick Kyrgios, y en dos sets (7-6 y 7-5) dijo adiós al Abierto Mexicano. Tan inesperada fue su llegada al certamen nacional como su despedida.
Djokovic nunca se encontró en territorio mexicano. Sufrió en la primera ronda para imponerse al eslovaco Martin Klizan, y luego tuvo que remontar para superar al argentino Juan Martín del Potro en la segunda; contra el australiano, número 17 del mundo, la suerte se le terminó.
Kyrgios es capaz de lo mejor y lo peor, es polémico, tiene una actitud desenfadada, pero también talento para sorprender a cualquier integrante del Top 10, con un saque poderoso y golpes que encantan a la tribuna.
El primer set fue de largos intercambios, ambos se estudiaban, se buscaban los ángulos y esperaban por los errores del rival. Era un partido de alta calidad, con dos tenistas que hacían disfrutar a los espectadores, menos apasionados que la noche anterior.
El australiano, sexto sembrado, ponía la sal, con tiros entre las piernas y ataques al segundo servicio de Djokovic, pero el serbio respondía con calidad y tranquilidad.
Ni siquiera cuando el juez se equivocó en un saque cuando tenía que superar un brake en contra, Nick se fue del partido, el duelo estaba empatado 3-3, y tenía posibilidades de llevarse el capítulo.
La manga, tan pareja, solo tuvo esa opción de quiebre, que Nole no aprovechó. La única forma de resolverlo era el tie-break. Ahí el primero que falló fue el sembrado uno, pero Kyrgios desaprovechó el punto para el episodio con una doble falta. Fue la única vez que su saque lo abandonó (tuvo 16 aces en el set, incluido uno de 224 kilómetros por hora).
Así llegaron hasta el 9-9, Nick sacó bien, y Djokovic después se equivocó, para perder el desempate por 11-9.
Pero el número dos del mundo se ha repuesto de muchas situaciones como ésta, en la que pierde el primer set, por un detalle, aunque del otro lado, el australiano tampoco se rendía, estaba metido en el partido, con la ventaja que Nole nunca lo había enfrentado.
El segundo capítulo fue más cerrado, con menos peloteo, más análisis, Novak no podía fallar y Kyrgios no apostaba todo. El australiano ofrecía espectáculo incluso haciendo el ademán de empujar la bola hacia afuera.
La pelota le hacía caso. Con el 5-5, el 17 del mundo sacó con calma, porque Djokovic no se había acercado a su servicio en toda la noche, y al game siguiente llegó la sorpresa, tuvo tres puntos para rompimiento y para partido, que resolvió con la derecha. Kyrgios dio la campanada en Acapulco.
La dificultad del cuadro le cobró factura a Nole, primero con un partido de casi tres horas ante Del Potro, y luego contra uno de los mayores talentos jóvenes del circuito. Novak se despidió de Acapulco un jueves, una semana después de haber sido anunciado.
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