Cuando juega Racing, hay pronóstico de partido atractivo. Aún cuando no juega bien, como anoche ante Belgrano. Anoche, el equipo del Chacho igualó 2-2 en Córdoba y dejó pasar la oportunidad de acercarse más al puntero Boca. En un juego de ida y vuelta y con muchos errores, el empate fue el resultado más adecuado.
Ricardo Centurión, otra vez en la mira: gol, furia y expulsión
En Racing no funcionó el mediocampo y desde ahí le empezó a quedar incómodo el partido. Neri Cardozo estuvo errático y poco participativo y Nery Domínguez sufrió la inteligencia de Matías Suárez para jugar a su espalda. Entonces, los hombres de ataque estuvieron sin alimentación y la Academia mostró una cara atípica en los últimos meses. Lautaro Martínez, por ejemplo, no entró en contacto con la pelota. Algo similar sucedió con Enrique Triverio, aunque esto es menos llamativo que lo del Toro.
Fue malo el primer tiempo porque Racing hizo poco y porque Belgrano no propuso. Se replegó y salió a pelear el partido con los dientes apretados. Lo sufrieron Saravia y principalmente Centurión. Mordió Belgrano y apostó a los contragolpes. Tuvo dos situaciones claras: en la primera, Juan Musso le sacó un mano a mano a Jonás Aguirre; en la segunda, Joel Amoroso definió mal después de una linda habilitación de Suárez. Racing no inquietaba ni con pelotas paradas, una de sus armas temibles en este semestre. El gol de los locales llegó por una distracción defensiva y tras un lateral. Suárez aguantó a Sigali y cedió al medio para Sequeira, que entró en soledad porque Nery Domínguez no hizo la cobertura. Casi sin ángulo, Sequeira remató, la pelota pegó en el palo y se metió después de chocar con la espalda de Musso. La fortuna ayudó a los Piratas.
Pero rápido la suerte cambió de manos: Racing lo empató un minuto más tarde. Y acá hay que resaltar algunas cuestiones de la idea del Chacho. Centurión convirtió en el área chica (la picó, se la atajaron y agarró el rebote), pero fue él quien comenzó la jugada en la mitad de la cancha. Más: Leo Sigali se proyectó con pelota dominada y terminó siendo el asistidor de Centu. Sí, el primer marcador central pisando el área rival.
La inmediata igualdad de Racing no cambió el trámite del juego. La visita siguió protagonizando, aunque sin encontrar los circuitos de juego y con un Lautaro desconocido.
La segunda etapa fue más atrapante. Ambos generaron chances claras de gol. La visita se puso en ventaja por un lindo cabezazo de Sigali, que la metió por encima de Acosta. Pero Racing nunca fue el Racing del Chacho en Córdoba y ni siquiera se pudo soltar con la ventaja. El ingreso de Meli por Triverio permitió que Centurión se mueva como segunda punta. Tampoco ahí pudo influir y encima en el final se hizo expulsar de manera infantil y se perderá el duelo ante River de la próxima semana.
Belgrano lo empató con un golazo de tiro libre de Marcelo Benítez. De ahí en más, el local generó las más claras. Antes de la igualdad, Lautaro desperdició una clara: recibió de Centurión, gambeteó al arquero y se la sacaron en la línea. Al Toro se lo percibió cansado durante todo el juego y Racing lo sintió.
En los minutos finales, Belgrano casi lo gana con una arremetida de Lema después de un centro de Brunetta: la pelota pegó en el travesaño.
El empate lo dejó más conforme a Belgrano porque Racing se vuelve con la certeza de que no podrá pelear este torneo, más allá de que lleva 8 partidos son perder (6 ganados y 2 igualdades). Le queda, igualmente, la obligación de seguir sumando puntos para meterse en la Copa Libertadores del año próximo. Y el martes, un choque clave ante Universidad de Chile, en el torneo continental que tanto le quita el sueño a los simpatizantes académicos.