15/05/2024

Denis Dau: Los sueños de tres carasucias que de vestir la Tri no pisarán el piso 17

Sábado 03 de Agosto del 2019

Denis Dau: Los sueños de tres carasucias que de vestir la Tri no pisarán el piso 17

Los sueños de tres carasucias que de vestir la Tri no pisarán el piso 17.

Los sueños de tres carasucias que de vestir la Tri no pisarán el piso 17.

Guayas -

Se dio el día de ayer, tres pibes: Juan con el número (3), José (5) y Pedro (7), no pasaban de 12 años, se sentaron en una grada de la cancha número trece de la Ciudad Deportiva, vestían sus respectivos uniformes de entrenamiento, eran las 14:30 y su práctica empezaba a las 15:30; sin que ellos se dieran cuenta de mi presencia entablaron una conversación a su estilo, palabras propias leídas en el diccionario y tantas otras fuera del argot de Carreño, pero eso sí bien comportados.

Se interrumpían constantemente para preguntarse y darse una respuesta, al tiempo que gesticulaban con manos y pies, y cada uno portaba su balón. Ahora sí lo que oí y observé.

Juan a Pedro: Cómo así vienes a entrenar a la Ciudad Deportiva; contestó el aludido: “Donde iba antes el profesor nos trataba mal, además nos hacía jugar tantos partidos, tres el sábado y tres el domingo (destrozando el físico), y en cada encuentro teníamos que dar 4 y 5 dólares por arbitraje, ahí mi papá se ‘cabrió’”. “Era un entrenador que más le interesaba el dinero que las virtudes del jugador”.

Entre cruce y cruce de palabras, y dominando el esférico, se interrogaban que cuando sean talentos a qué club profesional les gustaría defender. Hice lo posible por acercarme más, su sueño eran Barcelona y Emelec e internacionalmente Barcelona de España, Boca o River de Argentina y vestir la camiseta de la Tri. Pedro fue directo: “Si llegamos a la Selección estamos seguros de que nuestro comportamiento será ejemplar”. Deducción: no se concentrarán en el piso 17 (mal ejemplo que nos dejaron ciertos jugadores de la selección de mayores en ese piso).

Seguían conversando intermitentemente y al oír el silbato del profesor avanzaron a la cancha a efectuar la sesión de entrenamiento. Pedro le dijo a su padre: “No me dé instrucciones, no me grite, déjeme desarrollar lo que mi profesor me ha pedido”.

Observé en la práctica a estos tres carasucias: Juan era defensa y con buena talla; José, un volante con ideas de ofensiva, y Pedro, un puntero rápido y con gambeta como el recordado Loco Balseca.

Eran las 16:45 y la práctica finalizó. Linda lección de estos nenes.

No más palabras. (O)

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