Norteamérica no tendrá vía libre para organizar la Copa del Mundo de 2026. Al menos por unos cuantos meses.
El Consejo de la FIFA decidió el martes otorgar un plazo de tres meses para que se presenten candidaturas que compitan con la propuesta tripartita de Estados Unidos, México y Canadá. La asamblea general del organismo tiene que aprobar ese plan el jueves, y se espera una decisión final sobre las candidaturas el próximo año.
Europa y Asia no pueden licitar por 2026 porque albergarán los dos próximos mundiales -Rusia en 2018, y Catar en 2022- por lo que Sudamérica y África serían los únicos continentes aptos para retar a la CONCACAF.
Incluso si la candidatura encabezada por Estados Unidos enfrenta competencia, el Consejo de la FIFA espera decidir sobre las candidaturas en su congreso en junio de 2018 en Moscú, en la antesala del próximo Mundial. Si ese congreso no está satisfecho de que la candidatura _o candidaturas_ cumpla con los requisitos técnicos o de derechos humanos, el proceso podría ser reabierto y cualquier país podría licitar para una votación final en 2020.
“Lo más importante para nosotros era tener un proceso acelerado, en vez de un proceso de dos o tres años, y el Consejo estuvo de acuerdo con eso”, dijo el presidente de la federación estadounidense Sunil Gulati, quien es miembro del Consejo. “Estamos contentos por tener competencia, porque confiamos plenamente en la candidatura que podemos presentar, y en el Mundial que podemos organizar”.
El líder de la confederación asiática, jeque Salman, dijo al presidente de la CONCACAF Victor Montagliani en una reunión pública el martes que la candidatura norteamericana “será la favorita”.
El Mundial de 2026 será el primero con 48 equipos en vez de 32, lo que limita la cantidad de países con la capacidad para albergarlo.
El Consejo pactó la repartición de boletos para ese torneo: 16 para Europa, nueve para Africa, ocho para Asia, seis para Sudamérica, seis para la CONCACAF y uno para Oceanía. Otros dos equipos se clasificarán en un repechaje internacional, en el que participarán seis equipos de todas las confederaciones, menos la UEFA.
El país anfitrión se clasificará automáticamente y ese puesto será restado de la cuota de su confederación. Si hay más de un anfitrión, el Consejo de la FIFA decidirá cuántos se clasifican automáticamente.