Cuando le baja la calentura y recibe llamadas de sus cercanos, ‘el Pecoso’ Castro reflexiona. “Mis hijos y mi señora me dicen que con la edad que tengo (66 años) debería ser más tranquilo”, ante lo cual, el entrenador manizaleño les responde: “No estoy matando a alguien o correteando a la gente con un revólver, son sólo reacciones”, comentó en diálogo con AS Colombia.
Sobre la sanción que le impondrá la Dimayor, tras haber ingresado a la cancha de Techo, y luego, por dar indicaciones desde la tribuna, durante el juego correspondiente a la segunda jornada de la Liga Águila, ‘el Pecoso’ fue extremo al asemejar su obligada ubicación en los palcos de los diferentes estadios, con estar privado de la libertad.
“Quisiera conversar con alguien que me cuente cómo se ha sentido en una cárcel. Creo que asimilaría más fácil la cárcel, porque para mí es un castigo estar en una tribuna, sabiendo que tengo que estar en la raya técnica, eso me duele”, aseguró el DT de los azucareros.
¿Alguna vez ha estado privado de la libertad? “Me llevaron muchas veces a la inspección de policía de Chipre, que fue el barrio en el que viví en Manizales, porque jugábamos fútbol en la calle, además, un niño en ese entonces no podía estar en la calle después de las 10 de la noche, entonces, tenían que ir los padres de uno para que lo soltaran. De esa manera, los policías le demostraban a los padres que tenían que tener cuidado con sus hijos”.
Y con relación a sus descargos, luego de que el árbitro Edilson Ariza lo expulsara del campo, ‘el Pecoso’ argumentó: “No insulté al árbitro, no le dije nada y tampoco le estoy dando un mal ejemplo a mis jugadores. Es una falta de una o dos fechas de sanción, pero no hubo falta de respeto al público ni al contrario. Jamás un árbitro, un futbolista o un dirigente podrá decir que yo lo traté mal”.