Una fría mañana al sur de la Ciudad de México, pero la más importante en la carrera de David Patiño como entrenador, pues cumplía con la meta que se puso desde inicios del 2013, cuando arribó a la institución: hacerse cargo del primer equipo auriazul. Se notaba nervioso, pero a la vez decidido, convencido de lo que vendría. "He picado mucha piedra", dijo.
Y sí, Patiño ha sido un nombre institucional, que ha respetado los tiempos, quizás demasiado y que ha sabido esperar por su oportunidad: "Voy a hacerlo de la mejor manera que me sea posible"; mientras que de lo que vendrá para el primer equipo y su desempeño en la cancha, David no dudó en comentar: "Nos vamos a partir la madre por conseguir los resultados".