La crisis diplomática de Qatar puede terminar si Doha desiste a ser la sede de la Copa del Mundo 2022, afirmó un funcionario de seguridad de alto rango emiratí, la primera vez que alguien de las cuatro naciones árabes que aplican un boicot al país vincula directamente el torneo con la solución de una disputa que se ha prolongado por meses.
Si bien el teniente general de seguridad Dhahi Khalfan suele verter sus opiniones en Twitter, su tuit del domingo por la noche sobre la crisis se da mientras los detractores de Qatar intensifican sus críticas a la competencia mundial de fútbol. Khalfan luego ofreció el lunes que su "análisis personal" de la situación fue malinterpretado.
El torneo no ha sido mencionado en las exigencias previamente planteadas por los países que orquestan el boicot, si bien el perder un Mundial representaría una amarga derrota para la pequeña nación peninsular que se ha posicionado en el panorama mundial con la obtención de la sede y su red de noticias satelital Al-Jazeera.
Funcionarios catarís no respondieron a las peticiones de comentarios el lunes. Sin embargo, el ente organizador del Mundial 2022 en Qatar indicó el viernes a The Associated Press que el boicot "no representa un riesgo" a la realización del torneo.
Bahréin, Egipto, Arabia saudí y los Emiratos Árabes Unidos han roto sus lazos diplomáticos con Qatar e iniciaron un boicot el 5 de junio, en parte debido a las acusaciones de que Doha apoya a grupos extremistas y que tiene una buena relación con Irán.
Qatar ha negado reiteradamente que financie a grupos extremistas y que haya restaurado plenamente sus relaciones diplomáticas con Irán en medio de la disputa. Doha comparte un enorme campo de gas natural con Irán que convierte a sus ciudadanos en multimillonarios.
La noche del domingo, Khalfan criticó el torneo de la FIFA en sus tuits.
"Si la Copa del Mundo sale de Qatar, la crisis en Qatar terminaría porque la crisis fue creada para que no lo haya (un Mundial)", escribió.
Conforme la crisis del Golfo se ha extendido pese a la mediación de Kuwait, Estados Unidos y las naciones europeas, los detractores a Qatar han empezado a arremeter contra la realización de la Copa del Mundo de FIFA. Subrayan acusaciones de corrupción en torno a la designación de Qatar como la sede, así como las condiciones que enfrentan laborales de quienes trabajan en la construcción de infraestructura para el Mundial.
Aunque los investigadores del comité de ética de la FIFA determinaron que los catarís usaron una gran variedad de fondos generosamente proporcionados por el Estado y agencias deportivas para ganar el voto en 2010 para albergar el torneo, las autoridades concluyeron que no existe "evidencia de alguna actividad inadecuada por el comité de candidatura"
Fuente: Reuters