A la marcha de Kevin Durant a los Warriors de Golden State, tras estar toda su carrera con el Thunder de Oklahoma City, su ex compañero Russell Westbrook respondió con una temporada 2016-17 para el recuerdo. El movedor fue el Jugador Más Valioso de la NBA, después de romper la marca histórica de triples-dobles con 42 y aumentar su promedio de puntos de 23.5 en 2015-16, a 31.6.
Sin embargo, mientras KD se coronó por primera vez en la Liga, el número 0 del Thunder se despidió de los playoffs en la primera ronda, ante los Rockets de Houston; así que para evitar la marcha de otra estrella, la gerencia de Oklahoma City se movió durante el verano.
Primero consiguió a Paul George, a cambio de mandar a Victor Oladipo y Domantas Sabonis a Indiana; con la llegada del delantero, Westbrook aseguró un compañero como Durant, con su promedio de 23.7 puntos la campaña anterior.
Pero la situación no se quedó ahí, porque en los últimos días de descanso firmó a Carmelo Anthony, de los Knicks de Nueva York, y las 22.4 unidades en su problemática última temporada en la Gran Manzana.
Con su propio Big Three, capaz de competir con el de Golden State (Curry, Thompson y Durant), Russell firmó una extensión de contrato, por cinco temporadas y 205 millones de dólares, con la meta de ganar con el Thunder.
El problema es que la apuesta de la directiva debe dar resultados inmediatos, porque George y Anthony podrían jugar solo un año en el equipo; para completar a las tres armas cuenta también con André Roberson, renovado, y con Steven Adams para los rebotes, además del español Álex Abrines y el recién llegado Raymond Felton.
Pero antes de pensar en Golden State, Westbrook y compañía deben ganar la División Noroeste, que el año pasado fue para el Jazz de Utah, la tercera mejor defensiva de la NBA en rating (102.7) y que volvió a playoffs después de cuatro temporadas de ausencia para eliminar a los Clippers, aunque después cayó ante los Warriors.
El cuadro de Salt Lake City perdió a su jugador franquicia, Gordon Hayward, quien se fue a Boston, después de conseguir su primera invitación al Juego de Estrellas. Pero el Jazz conserva al único integrante que tuvo en algún cuadro ideal de la NBA, Rudy Gobert, líder en bloqueos de la Liga el año anterior y quien deberá dar un paso al frente a la ofensiva.
Otro obstáculo para el Thunder serán los Timberwolves de Minnesota, que tuvieron un verano intenso, en el que consiguieron a Jimmy Butler, estrella de Chicago, y a Taj Gibson, para reencontrarse con su ex coach en los Bulls, Tom Thibodeau, y formar un cuadro competitivo con los Novatos del Año de 2014-15, Andrew Wiggins, y de 2015-16, Karl-Anthony Towns.
Los Blazers de Portland también sueñan con repetir en la postemporada y depositan esas esperanzas en Damian Lillard, el rostro de la franquicia, que tendrá de nuevo la ayuda de C.J. McCollum y de Evan Turner.
Con Minnesota en ascenso, el último lugar del sector podría ser para los Nuggets de Denver, a pesar que se quedaron con uno de los agentes libres más cotizados, Paul Millsap, seleccionado a los últimos cuatro Juegos de Estrellas, encargado de cargar con la escuadra.