Por segunda vez en la historia, Junior perdió por 0-3 como local en un partido de Copa Libertadores. La primera también fue contra un equipo brasileño: Santos, el 3 de abril de 1984. Esta, frente a Palmeiras, dejó serias dudas sobre el nivel para pelear la clasificación a los octavos de final del torneo. Estos fueron los tres factores que determinaron la goleada.
El técnico del Junior, Alexis Mendoza, aguantó 22 minutos sin mover la nómina tras la correcta expulsión de Germán Gutiérrez, quien se fue expulsado a los 9 minutos por darle una patada en el pecho a Bruno Henrique. Apenas vino a cambiar cuando ya perdía 0-1, y el gol llegó por el hueco que quedó abierto tras la tarjeta roja. Faltó reacción y se dejó tomar ventaja anímica de Palmeiras.
El partido de los referentes del equipo fue para olvidar. Ni Teófilo Gutiérrez ni Yimmi Chará, los dos jugadores por los que Junior invirtió hace seis meses cerca de cinco millones de dólares, aparecieron cuando más se necesitaban, a tal punto que el técnico los sacó del partido. Teo, de hecho, se fue muy temprano: quedaba media hora de juego. Y además se salvó de la expulsión. Mal síntoma.
Defensa muy permisivaCada vez que Palmeiras atacó, Junior se veía frágil, sin alma. La defensa dio muchos espacios e incluso tuvo la ayuda del árbitro, que dejó de sancionar un penalti a favor de los brasileños. Y no solo fue por la expulsión de Gutiérrez. Lo curioso es que en los cuatro partidos anteriores, frente a Olimpia y Guaraní, solamente recibió dos goles. A lo mejor solo fue una mala noche.
José Orlando Ascencio
Subeditor de Deportes
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