El argentino Leonardo Mayer le ganó ayer al estadounidense Donald Young por 3-6, 6-4, 6-2 y avanzó a la segunda ronda del Masters 1000 de Miami, en Estados Unidos, que repartirá premios por 8.909.960 dólares.
El correntino Mayer, ubicado en el puesto 45 del ranking mundial de la ATP, superó al local Young (110) en dos horas y tres minutos de juego, y en la siguiente instancia se eliminará con el croata Borna Coric (36), semifinalista el fin de semana pasado en Indian Wells.
Más tarde, el marplatense Horacio Zeballos (66) perdió frente al serbio Dusan Lajovic (108); mientras que al cierre de esta edición Nicolás Kicker (87) se cruzaba con el estadounidense Frances Tiafoe (63), en otro partido por la ronda inicial.
Por su parte, el tandilense Juan Martín Del Potro (6), número uno del tenis sudamericano y sucesivo campeón en Acapulco e Indian Wells, jugará hoy, desde las 21 de la Argentina, ante el holandés Robin Haase, a quien venció las cuatro veces que se enfrentaron.
Además, Diego Schwartzman, campeón este año del ATP 500 de Río de Janeiro y con el mejor ranking de su carrera (16), enfrentará también hoy al chileno Nicolás Jarry (66), en este caso a las 12 de acuerdo a lo informado por la organización del certamen.
Ambos partidos serán televisados en forma directa por ESPN.
El Masters 1000 de Miami tiene como favorito al suizo Roger Federer, el número uno del mundo, quien además defiende el título.
En una entrevista con el sitio de la ATP, Del Potro destacó que en Key Biscayne se siente local. “Miami es uno de mis torneos favoritos. Tengo fanáticos que vienen a verme y me apoyan. Me gustaría avanzar en el campeonato, ganar algunos partidos... para eso necesito recuperarme de los pies y la espalda, estar al 100 por ciento”, explicó.
Luego de ganar dos títulos seguidos, su primer Masters 1000, analizó: “Solamente estoy intentando disfrutar. Estoy jugando muy bien, no sé si puedo comparar mi rendimiento con el de otros años. Sé por lo que he pasado para llegar hasta aquí, para estar en este lugar y con este ranking”.
A LOS GRITOS
El partido entre el ruso Daniil Medvedev y el griego Stefanos Tsitsipass, terminó en malos términos y, quizás si no hubiera sido por la intermediación del umpire, podría haber finalizado aun peor. Medvedev (52° del mundo) superó a Tsitsipas (70°) 2-6, 6-4, 6-2, se saludaron fríamente en la red, cada uno fue hacia su silla, pero se dijeron algunas cosas por lo bajo y el ruso fue, furioso, en busca de su rival.
Allí intercedió el juez de silla, que impidió que Medvedev se le acercara a Tsitsipas. “Me dijo ‘r... de m...’. ¿Crees que eso es normal?”, le dijo, acaloradamente, Medvedev al umpire, y desafió al griego a que lo mirara a los ojos, pero Tsitsipas no quiso mirar a su adversario, guardó sus pertenencias en el bolso y se fue del court.
“Es un chiquito que no sabe pelear”, fue una de las últimas frases del ruso en el entredicho. Sin dudas, un momento desagradable en el segundo Masters 1000 del año.