Apenas Atlético de Madrid quedó tercero en la fase de grupos de la Liga de Campeones cayó a la Europa League y pasó a ser el candidato número uno para gritar campeón.
Restaba saber cómo llevaría el equipo del Cholo Simeone ese traje de candidato. Y lo hizo a su manera. Como acostumbró al fútbol europeo desde que el argentino se sentó en el banco de suplentes en 2011.
Desde ese momento, el club volvió a nacer. Se instaló con frecuencia entre los dos más poderosos de España Barcelona y Real Madrid. Y se animó a pelear con sus armas ante rivales de jerarquía del continente.
Esa impronta ganadora se tradujo en resultados. Como en la Europa League que levantó en 2012 en Bucarest ante el Athletic Bilbao de Marcelo Bielsa. O en la Supercopa de Europa que obtuvo al derrotar al Chelsea ese mismo año.
También se quedó con la Copa del Rey 2013, la Liga y la Supercopa de España en 2014.
Y llegó hasta las puertas de la gloria en las finales que perdió de Champions (2014, 2016) y Supercopa de España (2013).
Ahora va por más. Con el Cholo (fue expulsado en el partido de ida) siguiendo las acciones desde un palco del estadio Wanda Metropolitano el Aleti le ganó 1-0 al Arsenal y sacó boleto para la final de la Europa League.
La cita será el miércoles 16 de mayo en Lyon.
Diego Simeone, expulsado en el partido de ida, siguió la revancha desde un palco. REUTERS
Los españoles esperaban la revancha en Madrid luego de haber hecho pata ancha en Londres donde consiguió un valioso 1-1 ya que jugó con un jugador menos desde los 10 minutos del primer tiempo (expulsión del croata ime Vrsaljko) y a ocho del final el francés Antoine Griezmann igualó el marcador.
Más allá de ese buen resultado, el choque de vuelta no fue para nada un trámite para el Aleti. Fue de mayor a menor el equipo que dirigió el Mono Burgos y sufrió en varios tramos del complemento cuando los ingleses iban por el empate que igualaba la serie.
Con dos líneas de cuatro y una dupla ofensiva potente (Antoine Griezmann y Diego Costa) que busca conexiones constantemente. Así llegó el gol del triunfo sobre el cierre de la primera parte. Un pase perfecto del francés para dejar mano a mano al brasileño nacionalizado español que definió con un zurdazo cruzado.
Y casi invierten la fórmula a los 15 minutos del complemento tras una gran jugada de Costa en el área y la asistencia atrás para Griezmann que no pudo conectar al gol.
El Arsenal de Arsene Wenger intentó hasta el final, pero careció de profundidad y no pudo darle la despedida que esperaba a su legendario entrenador.
Con fortaleza defensiva y efectividad en ataque, al equipo de Simeone le alcanzó. Y lo ha hecho de nuevo.
Stefan Lainer, del Salzburgo despeja la pelota ante la llegada del argentino Lucas Ocampos, del Olympique de Marsella. DPA
En el otro partido de semifinales, Olympique de Marsella visitaba Austria luego de haber ganado 2-0 en el choque de ida. Pero el sorprendente Salzburgo logró equiparar las acciones.
El equipo austríaco también registra un antecedente como finalista en 1994 cuando cayó con Inter, de Italia.