24/11/2024

Lucas Ocampos, el ex River que quiere amargar al Cholo Simeone en la final de la Europa League

Martes 15 de Mayo del 2018

Lucas Ocampos, el ex River que quiere amargar al Cholo Simeone en la final de la Europa League

En Marsella son muy locos con el fútbol. Si perdés, no podés salir a comer o a pasear, cuenta el zurdo argentino.   Marsella está revolucionada. Y no es para menos. Olympique, el equipo de la ciudad, una de las más grandes de Francia, volvió a relucir la estirpe copera que ostenta en su país. Es el único

En Marsella son muy locos con el fútbol. Si perdés, no podés salir a comer o a pasear, cuenta el zurdo argentino.   Marsella está revolucionada. Y no es para menos. Olympique, el equipo de la ciudad, una de las más grandes de Francia, volvió a relucir la estirpe copera que ostenta en su país. Es el único

Marsella está revolucionada. Y no es para menos. Olympique, el equipo de la ciudad, una de las más grandes de Francia, volvió a relucir la estirpe copera que ostenta en su país. Es el único club francés que obtuvo la Copa de Europa (en 1993 luego de ganarle la final 1-0 al Milan) y ahora vuelve a estar en los primeros planos en el Viejo Continente. No para disputar una definición de la Liga de Campeones (esa será entre Real Madrid y Liverpool, el sábado 26), pero sí para intentar quedarse con el segundo cetro en importancia: la Europa League. Enfrente estará el Atlético Madrid del "Cholo" Simeone.

La espera se hizo larga para el Olympique. Catorce años pasaron desde que disputó la última final internacional (la perdió en 2004 ante Valencia, por la vieja Copa UEFA). Y entre sus jugadores, como en algún momento tuvo a Norberto Alonso o a Enzo Francescoli, tendrá a un ex River: Lucas Ocampos. “La gente está como loca. Acá el fútbol se vive con mucha intensidad y siempre están pendientes del equipo. Tal es así que los estados ánimos dependen de los resultados del Olympique. Si el equipo anda, la gente está bien; en caso contrario... ¡Agarrate!”, contó el zurdo de 23 años que alguna vez fue comparado con Cristiano Ronaldo. Y si el Olympique se queda con la Copa, el festejo será bien argento. “Vamos a hacer un asado para todo el plantel”, aseguró.

Ocampos, junto con Dimitri Payet y Jordan Amavi entrenándose en Marsella. (Foto: AFP/Boris Horvat).

Ocampos, junto con Dimitri Payet y Jordan Amavi entrenándose en Marsella. (Foto: AFP/Boris Horvat).

-¿Con carne argentina?

-Sí, sí... Tengo un amigo que vive en Milán, a quien conocí a través de (Leonel) Vangioni. Es el distribuidor de la carne argentina en los restaurante de Milán y él nos manda la carne acá, a Francia. Así que, cada tanto, hacemos algún asadito. Y si ganamos la final, vamos a hacer uno grande.

-¿Y cómo es la vida en Marsella, el día a día?

-Muy buena. Me tocó, por suerte, una ciudad que tiene buen clima: siempre hay sol y estamos cerca de la playa. A veces, nos tomamos el tiempo para ir con mi mujer (María José) y mis dos nenas (Luisana, de 3 años y Logan, de 1) a la playa o a algún parque. Pero, después, hay que andar con cuidado porque son muy locos con el fútbol acá. No se puede salir mucho a comer ni a pasear, sobre todo si perdés.

-¿Extrañás Quilmes, tu pago natal?

-Siempre extraño Quilmes. Ya hace un año y medio que no voy porque mi hija más grande tiene asma y la humedad y el clima de allá la complica. Y estoy como loco porque extraño mi lugar y mi familia. Me vienen a visitar seguido, igual que mis amigos. Así, es más llevadero.

-¿La manera en que se vive el fútbol en Marsella hace que no extrañes tanto el argentino?

-Sí. Es la primera vez que siento eso desde que estoy en Europa. Ni en Mónaco, ni en Génova, ni en Milan, los otros clubes en los que estuve, me pasó. Jugamos con 60 mil personas todos los partidos. Es tremendo. Los hinchas del Olympique viven el fútbol de la misma manera que se vive en Argentina. Es como cuando jugaba en River. Me había desacostumbrado un poco. Porque yo pasé de jugar con 60 mil personas cuando estaba en River a Mónaco, donde no había más de 5 mil en la cancha.

-En River te tocó jugar en la B Nacional y cuando llegaste a Francia también la Ligue 2 con el Mónaco. Después lograste el ascenso como en River. ¿El cambio fue muy difícil?

-Me costó más la Segunda División acá, en Francia, porque es mucho más física que la Primera. Después cuando ya estábamos en la Ligue 1, Mónaco compró a Falcao y a James Rodríguez y fue más fácil. Teníamos un equipazo. Salimos segundos a un punto del París Saint Germain.

Lucas Ocampos en acción. Jugará la final de la Europa League frente al Atlético de Madrid del Cholo Simeone. (AFP/Boris Horvat).

Lucas Ocampos en acción. Jugará la final de la Europa League frente al Atlético de Madrid del Cholo Simeone. (AFP/Boris Horvat).

-¿Cómo fue jugar con James Rodríguez y Falcao, dos figuras?

-Una experiencia muy buena. Son dos jugadores increíbles, muy buenos. Yo, en ese momento, tenía 18 años y para mí fue perfecto porque aprendí muchísimo. Me daban consejos.También estaban Berbatov y Coutinho, había muchos jugadores con experiencia.

-También fuiste compañero de Abidal. ¿Te contó algo acerca de cómo enfrentó su enfermedad y cómo superó un cáncer de hígado?

-Sí, coincidí un año y charlaba mucho con él porque habla muy bien español. Con Abidal tuve un aprendizaje de vida, al margen de lo futbolístico. El vivía el día a día de otra manera. Me acuerdo que un día le pregunté en la ducha, mientras nos estábamos bañando, qué pensó cuando le dijeron lo de su enfermedad. Y me respondió que dejó de importarle el fútbol. Que sólo quería estar con sus hijas. Pudo volver y jugar de nuevo. Como lección de vida, aprendí muchísimo de una persona como él.

-¿Te hizo crecer mucho el fútbol europeo?

-Sí. Pero tuve que laburar para lograrlo. Alejarme de mi familia me hizo crecer muchísimo. Donde más aprendí fue en Italia (estuvo a préstamo en Genoa y Milan). La mentalidad del italiano te cambia. En Génova, compartí equipo con Nicolás Burdisso y Santiago Gentiletti y aprendí bastante de los dos. Con Nico fue con el que mejor me entendía. Me aconsejaba y me hablaba mucho de todo lo que pasa afuera de la cancha. Santiago también tiene una gran cabeza. Ahí, además, aprendí mucho sobre la cuestión táctica y el sacrificio que hay que hacer. Era un equipo chico, pero me sirvió para encontrarme a mí mismo. Genova era una familia. Yo estaba acostumbrado a River, a Mónaco, a Olympique, todos clubes grandes, y cuando fui al Genoa aprendí el sacrificio del dia a dia, saber lo que es entrenar en una sola cancha y que no está en las mejores condiciones. Me sirvió como trampolín para darme cuenta de otras cosas. Me hizo bien.

-También jugaste en otros puestos…

-Sí, cuando me fui a Italia estaba jugando por izquierda y al llegar al Milan empecé a hacerlo como delantero. Pero, en el Olympique jugué todo el año como volante por la izquierda como lo hacía en River. Es el puesto en el que más cómodo me siento. Jugamos con un esquema 4-4-2 o 4-4-1-1 y con el actual técnico, Rudi García, me pude afianzar y adaptarme a su juego.

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-¿Te siguen comparando con Cristiano Ronaldo?

-(Risas) Me acuerdo que me compararon con él antes de ir a Mónaco pero no fui el único. Jajaja... Cristiano es mi ídolo y es un referente. Siempre lo miraba y estaba encantando de que me comparen con él. Todavía no me tocó enfrentarlo; me encantaría. Tuve la posibilidad de hablar con él, a través de la gestión de otros compañeros, y para mí fue un sueño.

-¿Y a Leo Messi tampoco lo enfrentaste?

-No, aún, no... También sería un sueño jugar contra él. Al que sí enfrenté fue a Neymar acá, en Francia.

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-¿Y qué te generó tener enfrente a uno de los mejores jugadores del mundo?

-¡Es una locura lo que juega! Es otro nivel, una cosa impresionante. En el partido que jugó contra nosotros era maravilloso ver las cosas que hacía con la pelota adentro de la cancha. No enfrenté a Cristiano ni a Messi aún, pero nunca vi jugar a alguien como Neymar. Quedé impactado.

-¿Cómo fue la experiencia de ser dirigido por El Loco Bielsa?

-Muy particular. Le encanta entrenar. Es obsesivo en todos los sentidos. Es un entrenador que te enseña todo el tiempo. Con los métodos que tiene todos los días aprendés cosas nuevas. Fue él quien me trajo a Marsella, primero a préstamo y, después, fue Bielsa quien decidió que me compren. La verdad es que le agradezco mucho ese año que estuve con él porque aprendí bastante. Es loco como dicen, pero es su forma de ser. Yo me llevaba muy bien. No hablaba mucho, pero al ser el único argentino en el plantel hablaba mucho conmigo. Me daba consejos porque él siempre quiere que sus jugadores mejoren.

-¿Tenés alguna anécdota particular con Bielsa?

-Yo estaba por irme a otro club y, un día antes, se cae el pase antes de que cierre el libro de pases. Y Bielsa me llama para que venga al Marsella. Me especificó bien que Olympique iba primero en la tabla y que iba a tener que pelearla. Arreglo todo, llego un jueves y Marsella tenía que jugar el sábado. Hasta el sábado no me habló, ni 'hola', ni 'buen día'... Recién el día del partido me habló. Fui al banco de suplentes y entré para jugar el segundo tiempo. Íbamos perdiendo y, al ratito que entro, hago un gol y empato el partido. ¡Diez minutos después me sacó porque expulsaron a un jugador nuestro!. Increíble... Lo entendí, pero fue raro y gracioso a la vez.

-Alguna semilla sembró Bielsa para que llegaran a jugar esta final de la Europa League. ¿Cómo estás viviendo esta previa?

-Con muchas ganas y ansiedad a la vez. Quiero jugarla, disfrutarla y tratar de ganarla.

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-Sos el único argentino en el Olympique y enfrente tenés un cuerpo técnico, con Simeone a la cabeza, y también está Angel Correa. ¿Va a ser una especie de clásico argentino?

-Enfrente vamos a tener a un gran equipo que jugó dos finales de Champions y que fue campeón de Europa League en los últimos años. Eso hace que tengamos que tener cuidado, pero hay que salir a ganar desde el primer momento. Para mí, es algo único jugar esta final contra un equipo como el Atlético, que tiene un gran técnico y muchas figuras.

-¿Les favorece que la final se juegue en Lyon?

-Va a ser tremendo. Más allá de que en Lyon no van a querer que gane el Marsella, porque entre los dos Olympique hay mucha bronca y es un clásico, que estemos cerca del estadio de la final va a permitir que vaya mucha gente nuestra. Los hinchas están esperando esta final como locos y va a estar lleno. Hay 20 mil entradas para cada uno, pero habrá más gente del Marsella. En ese aspecto, sí nos favorece. Va a estar linda la final.

¿Lo vas a amargar al Cholo?

-Y...No me queda otra. Yo quiero ser campeón. Enfrentar a Simeone será especial porque es un gran entrenador y todos sabemos lo bien que le hizo al Atlético de Madrid. Además, tengo buena relación con su hijo, Gio, con quien jugué en Genoa y entablamos una muy buena relación. Pero yo pienso en lo mío y ojalá pueda ganar esta Copa.

Ocampos y la Selección

Jorge Sampaoli ya dio la lista de los 35 preseleccionados argentinos para el Mundial de Rusia y Lucas Ocampos no está. De todos modos, el ex River no se desilusiona y piensa en el futuro. “Yo creo que llegará después del Mundial. Porque después de Rusia pienso que puede haber una renovación del plantel y, si eso pasa, habrá lugar para nuevos jugadores. Este año tuve regularidad y jugué bien. En un momento, tenía la ilusión de que (Sampaoli) me llama, pero cuando se iba acercando el momento ya la vi difícil”, se sinceró Ocampos en la charla con Clarín.

-¿Tendrías que haber tenido alguna chance? En tu posición, extremo por izquierda, no hay muchos jugadores con nivel de Selección...

-Puede ser que no haya demasiados jugadores en mi puesto, pero también fueron cambiando los técnicos y hay mucha presión de todos lados. Todos piden jugadores y siempre surge alguno nuevo. Yo creo que Sampaoli se quedó con la base que ya venía e incorporó a algunos jugadores más. Está perfecto y ya está. Yo seguiré trabajando. Tuve un año muy bueno y espero cerrarlo de manera perfecta.

-¿Te llamó Sampaoli en algún momento?

-No. Nunca tuve un llamado ni un contacto con Sampaoli.

-¿Cómo ves a la Selección en el Mundial?

-Va a andar bien la Selección. No somos favoritos, pero hay un gran equipo. Tenemos a Messi, el mejor de todos, y después hay que encajar bien las piezas. Esperemos que Sampaoli lo haga. Dios quiera que este año se nos dé, después de haber estado tan cerca en el último Mundial. Por todos los jugadores que vienen peleándola hace tantos años y que perdieron varias finales. Ojalá se dé por ellos. Siendo jugador entiendo que es frustrante perder tantas finales. Y ellos son los primeros que tienen todas las ganas de ganar la Copa del mundo, obviamente.

-¿Francia es candidata?

-Tiene un equipo muy competitivo. Tengo compañeros que son figuras en el Marsella y están en duda para ir, como por ejemplo (Dimitri) Payet, que es el mejor asistidor de la Liga y de la Europa League. Es un equipo muy fuerte en todas las líneas. Y sí... Pueden tener un gran Mundial; son candidatos.

Ocampos y River

Lucas Ocampos asomó como una gran promesa en un momento complicado de River, cuando jugó en la B Nacional. Había llegado de Quilmes, a principios de 2010, y un año y medio después, Matías Almeyda lo subió a Primera. Lo puso de titular como volante por la izquierda y jugó todos los partidos de ese torneo, siendo una pieza importante a pesar de su inexperiencia y de su corta edad. Con el ascenso consumado, jugó un solo partido en Primera División y emigró a Mónaco. “Alguna vez me encantaría volver. Sería lo mejor, volver y disfrutar. Porque no pude disfrutar mucho como hubiese querido en ese momento. Era muy chico y no entendía donde estaba, no tomaba conciencia, era como un juego para mí. Me encantaría volver y disfrutar con la gente de River”, afirmó el zurdo.

-¿Fue muy duro lo que vivieron esa temporada?

-Sí, muy, muy duro... Había muchas presiones, pero por suerte tuvimos al Chori Domínguez y a Cavenaghi que le sacaban la responsabilidad a los más chicos. Después, se sumaron Leo Ponzio y Trezeguet y colaboraron para quitar esa presión. Pero igual se sentía. Y a mí me tocó jugar los 38 partidos, así que la sentí en todo momento. ¡Fue durísimo!

-¿Lo ves ahora a River por televisión o por Internet?

-Sí, todo el tiempo. Porque soy hincha. Me pone muy contento todo lo que le pasó en estos años a River, que haya ganado tantos títulos después de todo lo que vivimos y lo que sufrimos para volver a Primera. Es un desahogo impresionante para el club y para la gente.

-¿Tuviste la chance de volver en algún momento?

Con Gallardo hubo algún contacto, pero todo quedó ahí. A Marcelo lo respeto como entrenador porque es increíble. Me gustaría ser dirigido por él porque es un gran técnico y un referente de River.

-¿Cómo y cuando se dio ese contacto?

-Al poco tiempo de que Gallardo asumiera. Me preguntaron cómo era mi situación en Francia y si pensaba volver. Yo en ese momento no estaba muy bien acá, pero no hubo más que eso. No hubo una oferta formal.

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