La primera fue en marzo de 2014, cuando aseguró que nunca más acudiría al llamado del combinado nacional por divergencias con algunos de los directivos de la Confederación Brasileña de Fútbol Sala (CBFS) de Brasil de aquella época.
Entonces, Falcao denunció diversas irregularidades dentro de la administración de la entidad y, junto con otros jugadores importantes de la selección, decidió no volver a vestir la camiseta de la Canarinha.
"No soy yo el que tiene problemas con la confederación, son todos los jugadores. No jugaré más con la selección", sentenció entonces.
El bicampeón mundial (2008 y 2012) permaneció sin jugar con la selección hasta septiembre de ese 2014. Al año siguiente volvió a liderar una campaña de boicot contra los dirigentes de la federación, pero firmó la paz al poco tiempo.
En 2017 y sin conflictos de por medio, el jugador nacido en Sao Paulo anunció de nuevo su adiós de la selección brasileña con casi 40 años de edad.
La federación de futsal organizó dos encuentros para despedir a su leyenda. El primero de ellos lo jugó ante Colombia en Río de Janeiro, pero antes de que se celebrase el segundo, Falcao anunció por sorpresa su retorno al combinado verde-amarillo.
"Siempre es una satisfacción poder vestir la camiseta de la selección. Si la comisión nueva cree que debo volver, quiero jugar. Es un placer para mí, es mi segunda piel y estoy a su disposición", afirmó al anunciar su regreso.
A finales de 2018, colgó las botas definitivamente y se retiró del fútbol sala profesional para dedicarse a otras actividades.
"Intenté ser un ejemplo como profesional. Mi historia deja un legado muy bueno. Es triste no vivir más esos momentos, pero soy feliz por haber vivido lo que viví y poder incentivar a la juventud", señaló en una entrevista a la cadena Globo.
Además de los dos títulos mundiales conseguidos en sus cinco participaciones, el mítico camisa 12 es el máximo anotador en Copas del Mundo de futsal con 48 tantos.
También fue medalla de oro en los Juegos Panamericanos de Río de Janeiro 2007 y hasta probó suerte en el fútbol de campo con el Sao Paulo, con el que disputó varios partidos de la Liga brasileña de 2005.
Desarrolló toda su carrera en Brasil, donde pasó por una decena de clubes con los que conquistó más de 70 títulos, entre ellos dos Mundial de Clubes conseguidos en la recta final de su vida deportiva con el Sorocaba de Sao Paulo.