La Agencia Mundial Antidopaje (AMA, o WADA por sus siglas en inglés) fue por muchos años la abanderada en la lucha contra la plaga del uso de sustancias prohibidas en los deportes. Fue capaz de derribar el “imperio estatal” de violadores permanentes de las reglas, como el caso de Rusia. Pero ahora esta entidad se doblegó a las presiones externas y decide reducir los castigos para quienes se dopan para competir.
Cuando la AMA comprobaba, a través de sus exámenes, casos de dopaje, imponía prolongadas y drásticas suspensiones; pero ahora los castigos serán de solo tres meses, con posibles rebajas a 30 días si se asiste a cursos de rehabilitación, y charlas para evitar el consumo de marihuana.
La Agencia Mundial Antidopaje siempre pregonaba que se debía defender y preservar la ética del deporte. Que era imperioso proteger la salud física y la integridad mental del deportista. Y también que era necesario garantizar las mismas oportunidades para todos los competidores. ¿Qué pasó con estos conceptos? Ya no corren. ¡Ahora hay que borrarlos! ¿Cambiaron los fines y objetivos de la AMA? ¿Qué poderosas razones los hicieron cambiar de opinión?
Los efectos dañinos ocasionados por el uso de sustancias prohibidas son los mismos aunque se diga que el consumo de marihuana es social y que fumarla es como tomarse un café. Más bien puede ser un detonante de trastornos.
La nefasta decisión empezará a correr desde el 1 de enero del 2021 y ya hay anuncios que nos dejan perplejos y negativamente asombrados, como el que hizo la NBA. En el básquet de Estados Unidos se acaban oficialmente las pruebas aleatorias de marihuana para la próxima temporada. El motivo, las circunstancias inusuales de la pandemia: “Acordamos con el sindicato de jugadores suspender los test y enfocar nuestro programa en pruebas aleatorias para productos y drogas que mejoran el rendimiento”, señaló el portavoz de la NBA, Mike Bass. Con esta decisión, la liga norteamericana pretende que se reduzcan los contactos innecesarios, para evitar una posible propagación del coronavirus y permitir que los basquetbolistas consuman sin peligro a posibles sanciones.
Fue en los Juegos Olímpicos de México 1968 cuando se realizaron los primeros análisis antidopaje, tras las muertes relacionadas con anfetaminas de varios ciclistas en los JJ. OO. de Roma 1960 y durante el Tour de Francia 1967. Desde entonces se han hecho controles de manera permanente.
Hace un año la AMA prohibió que Rusia organice torneos mundiales y regionales porque falsificó datos de exámenes antidopaje, manipulados en el laboratorio de Moscú, y se borraron miles de resultados. Se descubrió el uso sistematizado, a nivel de Estado, de sustancias que mejoran el rendimiento, con el respaldo del Ministerio de Deportes. Los atletas rusos eran sometidos a un plan de dopaje con el evidente propósito de sacar ventaja y ganar medallas. Se tomaban muestras a personas sanas para presentarlas en lugar de los resultados de los deportistas dopados, que eran chantajeados para no denunciar, tal como consta en el informe McLaren.
Está comprobado que algunos productos prohibidos aumentan el rendimiento deportivo, retardan la sensación de fatiga y mejoran la resistencia, pero que son perjudiciales para la salud. Las secuelas suelen ser terribles y en algunos casos mortales. Además, si el castigo es blando para los que rompen las reglas se producirá una desmotivación entre los que se esfuerzan sin ayuda extra.
Este cambio repentino en las sanciones se da con la elección del polaco Witold Banka como nuevo presidente de la AMA. Talvez se deba a presiones de grupos poderosos interesados en que aumente el consumo de productos que derivan en adicción. Estoy en desacuerdo con la AMA. Es un atentado a la salud de los atletas y amenaza a la pureza del deporte. La historia señalará a quienes iniciaron esta etapa peligrosa y nefasta, y el paso del tiempo comprobará que esta acción fue inadecuada. (O)