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Nunca te olvides dónde estuviste el 15 de noviembre del 2017. Esa mañana abrí los ojos muy temprano con la irreal convicción de no dormir nunca más. Que si iba a vivir como si estuviera en un sueño, ese día no debía terminar. Salí al estadio Nacional de Lima casi al mediodía, porque cuatro horas antes del Perú-Nueva Zelanda en Lima íbamos a transmitir para una cadena de TV internacional. En un momento tan extremo, estar ocupado era el secreto para cubrir los vacíos de la ansiedad y disfrazar cualquier temor. Ese día, la selección blanquirroja buscaba su pase al Mundial después de 36 años y millones de peruanos estábamos sobrepasados en el purgatorio de los deseos incumplidos. Éramos impacientes de una infinita sala de espera.