La Liga de Fútbol Profesional (LFP) ha presentado una demanda contra la FIFA ante el Tribunal de Arbitraje del Deporte (TAS) por cambiar las fechas del Mundial de 2022, en Qatar. Javier Tebas, su presidente, lo hace “en defensa de los intereses de los clubes, que son los que aportan internacionales a las selecciones”. “Llevar el Mundial al invierno nos supondrá pérdidas por 65 millones de euros”, según tres informes periciales distintos e independientes que la propia LFP ha presentado ante el TAS.
El pasado mes de diciembre, en una decisión conjunta, la Asociación de Clubes Europeos (ECA) y la de Asociación de Ligas Europeas de Fútbol (EPFL) propusieron un Mundial entre el 5 de mayo y el 4 de junio, fechas que interferían menos en el calendario europeo, pero que serían justo tras el Ramadán de 2022 y coinciden con la fiesta árabe Eid Al-Fitr. En marzo, la FIFA anunció que el Mundial 2022 se celebraría entre el 20 de noviembre y el 18 de diciembre para “evitar las altas temperaturas en el país durante los meses de primavera y verano”. Esa decisión “altera el calendario de las grandes ligas europeas y también de las competiciones continentales”, y por eso la Liga ha presentado la demanda ante el TAS.
La denuncia ha sido depositada por la LFP, y a la misma no se han sumado con su firma las otras grandes Ligas europeas. La Premier, la Bundesliga y la Serie A han apoyado la iniciativa de Tebas “pero sólo moralmente, luego no se han atrevido a firmar los acuerdos. Todavía hay mucho miedo a la FIFA”, explica el presidente de La Liga, quien justifica que “usar los cauces legales cuando hay diferencia de criterio es lo que hace la gente civilizada. Nadie debería asustarse por recurrir a una demanda en la lícita reclamación de sus derechos, pero todavía hay miedo”.
El apoyo moral a la LFP queda patente en la declaración de Frédéric Thiriez, presidente de la Liga Profesional de Francia: “La LPF está dispuesta a apoyar todos los procedimientos legales que las Ligas puedan llevar a cabo contra la FIFA. Debemos defender los intereses de todos los clubes y no sólo de aquellos que ceden jugadores a las selecciones nacionales”. Y como él, muchos otros en Europa, pero sólo Tebas y la LFP de España han dado el paso.
La UEFA, por su parte, no ha salido en defensa de las Ligas europeas. Pese al enfrentamiento abierto entre Platini y Blatter, el francés no es partidario de dar marcha atrás. “El cambio es en beneficio de los jugadores y los aficionados”.
La FIFA ha reaccionado a la demanda de la LFP. Su todavía presidente (y lo que te rondaré, morena) Joseph Blatter se mostró partidario de las compensaciones económicas a los clubes después de que su secretario general, Jerome Valcke, echará más leña al fuego al afirmar que “no habrá más compensación por el cambio. ¿Por qué estamos hablando de una compensación? ¿Ha sucedido alguna vez? ¿Por qué deberíamos disculparnos ante los clubes? Tuvimos un acuerdo con ellos, que reciben parte de los beneficios. Fue de 40 millones de dólares (35,2 millones de euros) en 2010 y de 70 (61,6) en 2014”. Pero Blatter afirmó, poco después, que “el cambio producirá desajustes económicos y se compensará a los clubes por ello”.
Un día después de anunciar el Mundial de 2022 en invierno la FIFA triplicó las cantidades que recibirán los equipos por ceder a los internacionales en Rusia 2018 y Qatar 2022. La FIFA repartirá 209 millones de dólares (casi 200 millones de euros) entre los equipos de la Asociación Europea de Clubes (ECA) que tengan representación en las dos próximas ediciones de la Copa del Mundo. Una cifra que triplica los 70 millones que se repartieron en Brasil 2014.
Blatter cedió porque los equipos europeos aportaron el ochenta por ciento de los futbolistas que participaron en Brasil 2014, y que en Qatar 2022 el porcentaje no será inferior.