Más allá de los resultados obtenidos, que sirvieron al menos para coquetear con los últimos puestos que dan acceso a competición europea, el arranque liguero del Valencia de Gattuso ofreció una estadística que invitó al optimismo en la capital del Turia.
El equipo tenía gol: 14 goles en las primera ocho jornadas, además de forma muy repartida. Un total de 12 jugadores distintos vieron puerta y ninguno de ellos era el gran especialista del equipo. Edinson Cavani. Los únicos en repetir eran Samu Castillejo y Mouctar Diakhaby. Sin embargo, desde el estreno del uruguayo, la puntería de sus compañeros ha bajado de forma considerable y el equipo está teniendo más problemas para ver portería.
Cavani marcó su primer gol con la camiseta blanquinegra en la jornada nueve, en un doblete frente al Elche. Desde entonces y contando ese compromiso que concluyó con un insuficiente empate a dos, el Valencia de Gattuso ha marcado cinco goles en cuatro partidos. Unos números que empeoran lo conseguido en las ocho primeras fechas. Además, ha sido el uruguayo quien los ha convertido todos. La dinámica es aún más preocupante teniendo en cuenta que, desde que el ‘matador’ recuperó su relación con el gol, el Valencia no ha sido capaz de sacar los tres puntos.
Samuel Lino y Justin Kluivert han sido los dos encargados de acompañar a Cavani en la punta de lanza en las últimas jornadas. Ambos llevan solo un gol esta temporada y, aunque han dejado buenas actuaciones en las últimas fechas, están fallando en los metros finales. Con el brasileño siendo un fijo para Gattuso, será el neerlandés quien tenga que jugarse el puesto en el once con Samu Castillejo, que era un fijo en el once hasta la lesión que sufrió en un costado.
En segunda línea, los centrocampistas también han perdido muchas presencia en área rival. La lesión de Yunus, el mediocampista con más recorrida y llegada del equipo, también ayudó a que la contribución en forma de goles bajara. Los centrales, además, tampoco están encontrando situaciones de remate en las jugadas a balón parado. La lesión de Diakhaby, el defensa más peligroso en el juego aéreo, es otro factor que agudiza el problema del equipo.