El Bilbao Athletic ha sido la mayor sorpresa del playoff. Ziganda ha obrado un milagro gracias a un equipo de 20 años de media y al que a mitad de Liga dejaron sin portero, el Sub-21 Kepa Arrizabalaga, cedido a la Ponferradina, ni goleador, Iñaki Williams. ¿La clave? Su don para formar un grupo competitivo. Todos juegan, nadie es intocable.
Este filial es más vizcaíno que nunca. De los 24 cachorros utilizados, 18 son de la provincia, tres navarros, dos guipuzcoanos y un alavés. Hay un empeño en transmitir valores de pertenencia. Ziganda dice emplear más tiempo en lograr que se identifiquen con el club que en táctica, para que si llega una oferta mareante contesten, “yo sigo en el Athletic porque sí”.
Como si se hubiesen puesto de acuerdo, el alcalde de Bilbao, Juan Mari Aburto, les comentó ayer en la recepción del Ayuntamiento que “el Athletic os dará lo que ningún otro podrá ofrecer, el futuro depende de cada uno de vosotros”.
La Selectividad. Lo que más orgullo produce es que un puñado de ellos entraron en edad alevín a Lezama. Es la generación del 95, los Santamaría, Seguin, Undabarrena, Markel e Iriondo. Cuco da mucha importancia a la educación. El delantero juvenil Villalibre, internacional Sub-19 y con una ficha de unos 60.000 euros porque fue tentado por grandes clubes, no jugó la vuelta ante el UCAM Murcia por la Selectividad. La bordó.
El dolor vino ayer al dar la baja a dos de ellos, Juaristi y Néstor Salinas, que pasó de marcar en Cádiz a buscar equipo. Jóvenes leones como Unai López o Galarreta aspiran a ocupar su plaza.
Jugará en San Mamés, aliciente extra para los seguidores visitantes. Habrá expectación por cercanía ante Osasuna, Alavés, Oviedo y Mirandés... Bueno para la ciudad y para Lezama, que podrá forjar a sus promesas en una categoría superior. Y es que, además, tiene ocho clubes convenidos en Segunda B, siete vizcaínos más el Tudelano.