Para echarse a temblar… Después de la polémica generada por el penalti concedido al Kashima por el videoarbitraje en el que se obvió que Nishi estaba en fuera de juego, al paraguayo Cáceres le sonó el pinganillo cuando Cristiano marcó su gol ayer. Muy tajante debió ser la orden que recibió desde el VAR (Video Assistant Reefery) para que decidiera anularlo sin ver imagen alguna… Y de ahí, a la confusión y al sainete (pueden leer la secuencia de lo que pasó en la parte inferior de las imágenes). La FIFA no gana para sustos. Las dos acciones que han sido revisadas han generado desconcierto, alboroto y críticas vertidas desde los verdaderos protagonistas de este deporte, jugadores y entrenadores.
Pero el organismo sigue en su empeño de sacar adelante el proyecto, en el que puede haber ya grandes inversiones de empresas en juego y contratos apalabrados para el futuro. La IFAB (International Football Asoociation Board), formada por las cuatro asociaciones del fútbol británico y la propia FIFA y que es la encargada de definir las reglar del fútbol), se apresuró a emitir ayer una especie de nota de prensa en la que David Elleray, su director técnico, aseguraba entre líneas que el proyecto sigue su curso (tienen el contenido íntegro en la página seis).
El escrito fue publicado antes del Madrid-América. Una precipitación a tenor de lo que acabó pasando con el gol de Cristiano y que volvió a dejar las carencias del sistema al descubierto. La jugada protagonizada por Nashi era ya antes de este partido la comidilla de las tertulias de las decenas y decenas de puestos de trabajo del ‘media center’ que ocupan los periodistas de todo el mundo desplazados a Japón. El debate está en la calle a nivel mundial. Con partidos aún por disputarse en la competición y la fragilidad del sistema, lanzar una nota de prensa posicionándose claramente a favor de la implantación del VAR era un riesgo… Hoy podría emitir otra para explicar lo sucedido ayer.
Excusas. En el escrito de la IFAB, con formato de entrevista, el ex colegiado David Elleray dice, en primer lugar, que la velocidad de reacción del VAR se debe mejorar. Parece difícil si hay que parar una imagen y rebobinarla para verla, al menos, una vez (más, si cuesta decidir). Tan rápido se quiso hacer en el ‘no fuera de juego’ de Cristiano que la revisión reavivó el debate. Y hace el trencilla un razonamiento un tanto delirante sobre cuándo debe el árbitro parar el juego, acusando indirectamente a Kassai de que lo hizo tarde: “No cuando salga el balón. Basta que éste esté en una zona neutral, en la que ninguno de los dos equipos tenga posibilidad de ataque”. ¿Qué pasaría, entonces, si no se pita un penalti que es y el infractor hace una contra que acaba en gol?
Por último, asegura Elleray que el fuera de juego (por el obviado de Nishi) se puede analizar si hay un penalti de por medio (detalle que no aparece en el reglamento que emitió la FIFA antes del torneo pero que justifica esa laguna en el sistema) y amenaza con que la decisión final sobre la aplicación del VAR se tomará en 2018 o 2019 (“nuestra esperanza es que ofrezca el mínimo de interferencia y el máximo de beneficio...”).