En el apellido se lee esquí acuático y en el nombre la fe de conquistar la gloria. Christiana de Osma es menor por 10 años que sus hermanos Rafael y Alejandra, por lo que creció sobre lagunas practicando este deporte desde muy pequeña siempre con una enorme sonrisa. “Tengo muchos recuerdos de verlos desde chiquita y yo quería hacer lo de ellos”, nos dice hoy ya con 13 años. Y lo logró.
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Aprendió a esquiar incluso antes de aprender a correr, y hoy esos recuerdos vienen a su mente cuando se ve orgullosa con su última victoria. A fines de mayo, Christiana ganó el Junior Women Master en la categoría Sub 18 en Pine Mountain, Georgia, es decir, en un certamen en el que regaló cinco años de edad. Además, su victoria se dio en la forma más complicada, en el llamado ‘Head to Head’, donde dos competidoras entran al agua al mismo tiempo -cada una con su lancha- y van imponiendo marcas hasta que una se caiga. Con eso, obtuvo una beca para estudiar en la universidad en la que ella decida gracias a la fundación O’Brien.
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Es la mejor en el ránking de los 14 años y la tercera en la Sub 17. “Es increíble ver todo lo que está pasando, que estoy ganando y que estoy logrando las metas que me había propuesto”, nos dice.
Apunta a más
Una ola de suerte hizo que justo antes de la pandemia, la familia De Osma viaje a Orlando para un par de semanas de entrenamiento. Ese tiempo se convirtió en todo el tiempo que las restricciones le impidieron movilizarse, por lo que pudo entrenar mucho más tiempo allá.
Hoy, Christiana ya cuenta con sus propio palmarés y por eso seguirá en Orlando para seguir su carrera en este deporte. “En Lima hemos dejado familia y amigos. Yo estoy aquí con ella, su papá va y viene de Perú, no es fácil, pero la vemos ganar y disfrutar y vale la pena”, nos comenta su madre Mónica Bedoya. Ahí trabaja con Rhoni Barton, campeona mundial de esquí acuático y salón de la fama de los atletas americanos, desde muy pequeña, pero ahora lo hace con mayor regularidad.
Es una niña que a sus 13 años disfruta a su modo su edad. Entrena cuatro horas diarias por la mañana por cinco días a la semana, y por la tarde se concentra en sus estudios. Así, Christiana sueña con grandes cosas y para ello se prepara.
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