21/12/2024

La participación de jugadores estrella en la NBA es un problema sin solución - ESPN

Hace 10 meses

La participación de jugadores estrella en la NBA es un problema sin solución - ESPN

¿Jugar o no jugar? Entre la nueva política de la NBA que descalificó a Embiid por el MVP, los intereses de los jugadores y equipos, y el deseo de los fans de ver a las estrellas, la respuesta no es tan sencilla.

¿Jugar o no jugar? Entre la nueva política de la NBA que descalificó a Embiid por el MVP, los intereses de los jugadores y equipos, y el deseo de los fans de ver a las estrellas, la respuesta no es tan sencilla.

¿Jugar o no jugar? Entre la nueva política de la NBA que descalificó a Embiid por el MVP, los intereses de los jugadores y equipos, y el deseo de los fans de ver a las estrellas, la respuesta no es tan sencilla.


Existió una época en el deporte, en la cual la consistencia y longevidad significaba algo. Un tipo de insignia de honor, la cual jugadores aspiraban obtener, por el simple hecho de que ese era su trabajo: aparecer en el terreno de juego para defender los colores de su equipo y darle un espectáculo al aficionado.

Claro, no todo el mundo puede alcanzar las marcas de los ‘caballos de hierro’ como Cal Ripken Jr., Brett Favre o A.C. Green, pero al menos pueden seguir su ejemplo, aunque sea por un periodo de tiempo. Cuando Michael Jordan conquistó su segundo triplete con los Bulls, jugó todos los 82 partidos esas tres temporadas. Él entendía dos cosas antes mencionadas: 1. Su equipo tenía mejor oportunidad de ganar con él en la cancha, 2. Los aficionados no iban a ver a los Bulls, iban a ver a Michael Jordan.

Hoy en día ese romanticismo no existe. La prioridad de los equipos, entrenadores y jugadores es cuidar de la salud de los jugadores para maximizar su rendimiento para cuando más “importe.” Pero aquí está el problema, estos jugadores ganan millones y millones de dólares por jugar al básquetbol. ¿Saben cómo ganan millones y millones de dólares? Porque los aficionados pagan taquillas y sistemas de cable o streaming para ver a estos jugadores en la cancha. Por ende, tanto a la liga, como a los jugadores les conviene priorizar a los fanáticos que pagan para verlos jugar. Por lo cual todos los partidos “importan”.

La NBA lo entiende, tanto así, que la liga implementó esta temporada una política de participación para sus jugadores estrella. Para ser considerado jugador estrella debes haber sido All-Star o seleccionado para algún equipo All-NBA en las últimas tres temporadas. A menos que puedan probar una lesión significante los equipos tienen que seguir ciertos parámetros. Aquí algunos de los puntos a destacar:

• Manejar la plantilla para que solamente un jugador estrella no participe en dicho partido.

• Todos los jugadores estrella deberán participar en todos los partidos televisados a un nivel nacional y en todos los partidos del In-Season Tournament.

• Mantener un balance entre los partidos que se pierden jugando en casa y como visitante.

• Los jugadores deberán jugar por lo menos 65 de los 82 partidos para cualificar para galardones como MVP y equipos All-NBA.

Esta última pude tener repercusiones mayores al eliminar claros favoritos de algunos galardones por no cumplir con el mínimo de juegos. También puede forzarlos a jugar el mínimo de juegos a toda costa y terminar en lesión, como es el caso de Joel Embiid esta temporada. Embiid era el claro favorito para MVP, pero dado a la regla ya no es elegible para repetir el premio. ¿Afectará esta política a posibles ganadores de galardones en un futuro? Está por verse, pero en esta temporada ya lo hizo.

Esto demuestra que no hay ninguna política o regla que pueda arreglar el problema de participación.

A pesar de todas estas reglas, sigue habiendo aficionados que sufren las consecuencias de estrellas ausentes en los partidos: “Yo hice sacrificios económicos para viajar desde Puerto Rico a Boston y ver a LeBron James y Anthony Davis jugar un partido de rivalidad contra los Celtics, y ninguno de los dos jugó, sin embargo, dos días después jugaron contra los Knicks en el Madison Square Garden. Significa que posiblemente estaban saludables para jugar, no me parece justo”, comentó un fanático en relación al juego de Lakers-Celtics del pasado 1 de febrero.

Se puede ver como injusticia o como mala suerte, pero la realidad es que muchos aficionados se perderán ver a sus jugadores favoritos. Ahí no gana nadie, ni la liga, ni los jugadores, ni los aficionados.

“No me importa lo que digan los demás sobre eso, porque no están por ahí dando vueltas como yo”, dijo Marcus Smart, jugador defensivo de la temporada 2023 con los Celtics y ahora jugador de los Grizzlies. “Así que no veo cómo puedes decirme cuando jugar y cuando no. Si siento que no puedo jugar, entonces no juego. Pero si estoy saludable y disponible voy a jugar.”

A diferencia de antes, cuando los jugadores estrella jugaban un promedio de 80 partidos como lo fue en el 89’-90’, hoy en día hay varios factores que llevan a los jugadores a jugar menos. Tecnología más avanzada para determinar lesiones o rendimiento de jugadores; más personal enfocado en salud y rendimiento; y el deseo de los jugadores de cuidar su salud para poder extender sus carreras y seguir firmando contratos multimillonarios.

Al final de cuentas, es un negocio, se trata de dinero y la liga velará por sus propios intereses y por los de su afición mientras que los jugadores velarán por los suyos. Por lo cual la participación de jugadores estrella en la NBA es un problema sin solución.

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