Universidad de Chile se desplazó hasta Talca con la misión de sumar el tercer triunfo en la Copa Chile. Hasta el segundo tiempo todo funcionaba perfecto, porque los azules se imponían por 2-0, con goles de Gustavo Canales (24' y 33'). Sin embargo, en el entretiempo los hinchas visitantes protagonizaron graves indicidentes que obligaron a suspender el encuentro.
Cuando ambos elencos volvían al terreno de juego se encontraron con la sopresa de que fanáticos de la U lanzaban asientos que habían arrancado de cuajo hacia seguidores locales en la tribuna oriente del recinto. El árbitro Jorge Osorio esperó algunos minutos esperando que todo se calmara. No obstante, nada de aquello sucedió.
Al contrario, el panorama se hizo más confrontacional, puesto que los seguidores azules se enfrentaron violantemente con piquetes de Carabineros que accedieron hasta las gradas en procura de controlar los disturbios.
Paralelamente a ello, en la tribuna principal del recinto otro grupo de fanáticos de la U empezó a agredir a hinchas locales. La situación generó escena de mucho pánico, pues grupos familiares debieron abandonar sus asientos en medio del terror generalizado.
En esa circunstancias, los planteles de Rangers y Universidad de Chile, junto al cuarteto arbitral, se marcharon a camarines a la espera de una solución. Sin embargo, minutos más tarde, el intendente de la Séptima Región Hugo Veloso anunció que el partido había sido suspendido, a causa de los disturbios.