Platini se presentará a las elecciones para la presidencia de la FIFA. Quiere dar el salto y dejar la UEFA en manos del alemán Wolfgang Niersbach, que desplazaría a Ángel Villar. La candidatura de Michel Platini al trono de Joseph Blatter cuenta con los apoyos de cuatro de las seis confederaciones que integran la FIFA: Europa, Sudamérica, Norte y Centro América y Australia. África está con Hayatou y Asia con Ali bin Hussein.
Este lunes se celebra en Zúrich el Comité Ejecutivo de la FIFA que debe fijar la fecha para las anunciadas elecciones a su presidencia. Habrá bronca. Platini, con el apoyo mayoritario de las federaciones, quiere que sean el 16 de diciembre. Pero Blatter quiere despedirse tras el Mundial de Clubes (del 10 al 20 de diciembre). Su idea es llevar las elecciones al mes de enero de 2016. Tiene coartada: los estatutos exigen que se esperen al menos cuatro meses desde la convocatoria, por lo que la elección presidencial, salvo acuerdo unánime del Ejecutivo, no podría hacerse hasta por lo menos fin de año.
Blatter quiere parar el golpe de Platini, con el que tiene una pésima relación, con un brindis al sol. Pretende modificar los Estatutos de la FIFA para que los miembros de su Ejecutivo no los elijan los directivos de cada una de las Confederaciones. Quiere que lo hagan los 209 presidentes de las federaciones internacionales que las integran. Lo hará apelando a la transparencia y a la democracia. Pero se trata de una maniobra destinada a cercenar el aumento de la popularidad de Platini entre los 25 miembros del Comité Ejecutivo, de los cuales sólo ocho (entre ellos Villar) se mantienen en sus cargos desde la polémica elección de Rusia y Qatar como sedes de los Mundiales 2018 y 2022.
Desplazado. La alianza entre Platini y Niersbach (DFB) es peligrosa para España. Pese a que hace sólo unos días que Villar renovó como vicepresidente de la UEFA, ha perdido mucha fuerza en la organización. Se le considera vieja guardia. El hecho de que, además, esté entre los testigos que la Fiscalía de Suiza quiere interrogar para saber qué pasó en las votaciones para los Mundiales de 2018 y 2022 tampoco le ayuda. Por si fuera poco, justo antes del estallido del FIFAGate, en las últimas elecciones, apoyó a Blatter. Y eso no se lo perdona Platini. Y ya para rematar, en la UEFA ahora recelan de que Villar fuera uno de los pocos directivos de la FIFA que no ha sido aún detenido que se negó a declarar ante el dimitido fiscal Michael García, ex copresidente de la Comisión de Ética (que por cierto, ahora, después de la que está cayendo, ya sí quiere abrirse y publicar el ‘Informe García’ íntegro) y esposo de una de las investigadoras del FBI que participó en la captación del topo Chuck Blazer.
No es una buena perspectiva para el fútbol español. Si cuaja la candidatura de Platini para la FIFA y la de Niersbach para la UEFA, el eje franco-alemán, aliado con los ingleses (Dike, presidente de la FA, también apoya a Platini) restará fuerza a la alianza italo-española que tanto peso ha tenido en el fútbol europeo en las últimas décadas. Lo primero que perdería Villar es la presidencia del Comité de Árbitros de la FIFA. La posibilidad de organizar un Mundial (tras la fallida Candidatura Ibérica) sería ya una quimera. Platini quiere echar a Villar a la cuneta.
Fuerza. Los otros grupos de poder que apoyan a Platini y le hacen el vacío a Villar son la Asociación Europea de Clubes (ECA) y la Asociación de Ligas Profesionales. El de La Liga, Javier Tebas, también mira con recelo la troika Francia-Alemania-Inglaterra, pero es a lo que ha llevado el apoyo de Villar al cogollo de la corrupción en la FIFA. Los siete detenidos en Suiza son amigos del aún presidente de la Federación Española, que en la FIFA y en la UEFA cotiza hoy a la baja. De amigos en libertad prácticamente ya sólo le queda Blatter, quien desde que estalló el caso FIFA Nostra no viajó ni a Canadá al Mundial Femenino, ni a Chile a la Copa América, ni a ningún país que tenga tratado de extradición vigente con los Estados Unidos... Sí que irá a Rusia, el día 25. Un país en el que no entra fácil el FBI y que no puede pisar Michael García, a quien no dan visado para pisar el territorio de Putin.