Un estudio realizado en la universidad Boston examinó algunos cerebros de ex jugadores de futbol americano, donde comprobaron los daños cerebrales que puede causar el futbol americano.
Ann Mckee, fue la neuróloga encargada de llevar a cabo la investigación junto con su equipo de trabajo, obteniendo resultados alarmantes, debido a que prácticamente todos los cerebros estudiados padecían Encefalopatía Traumática Crónica (CTE por sus siglas en inglés).
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De 111 cerebros examinados de ex jugadores de la NFL, 110 padecían dicha enfermedad, 48 de 53 jugadores de futbol americano universitario, nueve de 14 semiprofesionales, siete de ocho jugadores de la Liga canadiense y tres de 14 jugadores de secundaria.
Dentro de los cerebros estudiados de ex jugadores muertos se encuentran Junios Seau, Ken Stabler y Bubba Smith.
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La enfermedad se da principalmente por los fuertes golpes que reciben a lo largo de su carrera deportiva, aunque el estudio afirma que las consecuencias pueden tardar años en aparecer y algunos de los padecimientos podría ser la pérdida de memoria, agresividad, depresión, entre otros.
Anteriormente los estudios de esta enfermedad se habían dado dentro del box; sin embargo, ha tomado mayor fuerza en el futbol americano.
A través de un comunicado la NFL afirmó que ese tipo de reportes son de suma importancia para que la ciencia avanzara, afirmando que la liga continuará trabajando con una amplia gama de expertos para cada uno de los deportistas.