La encarcelación de Giovanni Cuzari, dueño del equipo Forward Racing, por supuesto blanqueo de capital, sobornos, corrupción y evasión de impuestos durante el último mes ha hecho que los patrocinadores del equipo hayan huido apresuradamente. El futuro a corto plazo de Forward Racing, es decir la próxima cita del Mundial, pinta negro y a día de hoy es más que factible que no corran en Indianápolis.
Desde el equipo se han lamentado, "desafortunadamente la reacción de los patrocinadores, que es la principal fuente de ingresos para un equipo independiente, ha sido inmediata. Inevitablemente algunos de los patrocinadores cancelaron los contratos existentes y han interrumpido los pagos, creando más problemas financieros que podrían poner en peligro la supervivencia por completo del equipo". Sin este apoyo es difícil que Stefan Bradl y Loris Baz puedan montarse en sus Yamaha, el traslado de las motos y de las piezas necesarias a Estados Unidos es muy caro y los pagos han de ser anticipados, una situación que complicada todo mucho más.
"La actividad de estos últimos días está centrado en poder reconstruir las relaciones de patrocinio. El equipo está siendo capaz de conseguir algo de ayuda económica que está resultando vital para cubrir gastos", han proseguido desde el equipo. Los propios pilotos por su cuenta están intentando, a contrareloj, llamar la atención de algunos 'sponsors' para intentar asegurarse su presencia, al menos, en el GP de la República Checa.
Marco Curioni, el Team Manager del equipo tampoco ha querido pasar la oportunidad de hablar, "ha sido una semana muy difícil para Forward Racing aunque en las últimas horas es posible que superemos esta situación. Espero que Giovanni esté pronto con nosotros".