¿Qué tal sus primeros días en su nuevo hogar?
—Bien, bastante bien; todo tranquilo porque me he ido adaptando al equipo y a la ciudad. El comienzo es bueno y espero que siga así.
—¿Ha notado mucho el cambio de ciudad, de Madrid a Valladolid?
—Eso no me preocupa, lo importante es el cambio deportivo que ha sido bueno. Vengo con la ilusión y las ganas de hacerlo bien; en lo único que pienso es en hacerme un hueco en el equipo.
—De jugar en Tercera a intentar ascender a Primera...
—El futbolista tiene que saber afrontar retos importantes y yo creo que estoy capacitado para ello. Lo único que pedía era una oportunidad y que confiasen y apostasen por mí. Creo que todo saldrá bien.
—No parece que su edad vaya a ser un obstáculo para triunfar... tiene las ideas claras...
—A esta edad poco puedes mejorar en calidad técnica y lo que hay que añadir es madurez y saber afrontar los partidos. Es cuestión de tiempo y confianza sobre todo.
—¿Le está costando el salto de Tercera a Segunda o el fútbol es fútbol?
—Es una motivación no un lastre. Adaptándote al equipo y al estilo, las cosas llegarán.
—Aún conocemos poco al míster ¿cómo le describiría?
—Nos intenta inculcar desde el principio su idea y lo que busca. Como ha sido futbolista, tiene otra manera de relacionarse con el jugador. Tiene un trato cordial y bueno. Sabe como motivar al jugador.
—¿En que espejo se mira? ¿Dónde la gustaría llegar?
—Nunca se sabe donde puedes llegar. Ahora mismo me veo jugando en el Valladolid, haciéndome un hueco en el once, hacer una buena temporada y devolver al Valladolid a Primera .
—Veo que asume desde el principio esa exigencia...
—La presión puede ser buena o mala. Esa exigencia nos ayudará a ser más fuertes y poder dar ánimos y esperanza a la gente de poder lograrlo.
—Marcos, Torres Gómez, laterales que llegaron del Madrid y se quedaron para siempre...
—Son jugadores emblemáticos en este equipo y espero que la suerte me permita triunfar en este club y en esta ciudad. Marcos ya me dijo que cambio todo por vivir aquí... quien sabe, es una ciudad bonita donde la gente te quiere y puede ser bastante buena para mí. Nunca se sabe, pero es un club que apostó por mí y yo devolveré esa confianza.
—¿Cuál es su sueño?
—Sueño con ese ascenso que tanto desea Pucela. Poder disfrutar de ese situación, vivirlo con la gente, con la ciudad. Sueño con la alegría de la gente y con la celebración después de un año duro y de saber lo que habrá costado llegar allí.
—¿Piensa en blanco?
—Es el club en el que me he formado y criado. Les estoy agradecido y espero hacerlo bien en el Valladolid.
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