Gracias al nacimiento del Centro I+D+i Rayo Vallecano-Deyre, el club franjirrojo es pionero. Se ha convertido en la única entidad deportiva que apuesta por un proyecto donde convergen los conocimientos del Centro Médico Deyre y la experiencia del Rayo. Al frente, el doctor José González (jefe de los servicios médicos del club) y junto a él, María González en la gestión. Ambos se han rodeado de investigadores de las universidades Complutense, Autónoma, Camilo José Cela y Alfonso X el Sabio, a los que se une personal de Deyre y Rayo, con varios objetivos: “El primero es la investigación y su divulgación (publicando en revistas científicas) y el segundo, la formación de profesionales en el ámbito deportivo. Además de la aplicación práctica de ese conocimiento. Nos interesa saber qué factores de vulnerabilidad influyen en que un jugador se lesione más o se recupere antes. Eso nos permite acelerar los procesos de recuperación”, explica María, a lo que el doctor añade: “Tenemos protocolos de prevención de lesiones musculares y articulares, pero no había un centro de investigación así”.
Es un trabajo multidisciplinar, donde se entremezclan la medicina del deporte, la readaptación, el entrenamiento, la psicología... “El primero que se beneficiará de los conocimientos y experiencias será el Rayo: sus categorías inferiores y profesionales. No sólo trae beneficios para el fútbol, hablamos de plasmar los avances tecnológicos en el tratamiento de lesiones a la sociedad”, esgrime el doctor. En esa dicotomía entre el trabajo físico y psicológico irrumpe Paco. “Es el mejor entrenador del mundo. Le tenía que haber fichado el Madrid. No se casa con nadie”, sentencia el doctor, que reivindica el poder de la mente: “Hace 25 años Jesús Gil se empeñó en traer a un psicólogo y duró menos de una semana. Los jugadores no están acostumbrados. Hay que inculcarlo desde pequeños”. María, experta en psicología, apunta: “Tiene un peso fundamental en la recuperación. Hay variables en la personalidad que influyen a la hora de lesionarse”. “Alguien psicológicamente bien vuela, no se fatiga”, cierra el doctor.