Suele ser el momento en el que más cosas pasan. Las horas de conducción nocturna cambian habitualmente las posiciones de carrera y los coches se comportan de manera diferente al primer cuarto de carrera. Llega el amanecer y el líder tiene gran parte de la victoria en su bolsillo. La lucha fratricida entre los alemanes de Porsche y Audi tiene un primer vencedor: el 919 Hybrid dorsal 19 del piloto de F-1 Nico Hulkenberg y sus compañeros Bamber y Tandy. Pasadas 18 horas, tres cuartas partes de la carrera lideran con una ventaja de 37 segundos sobre el Audi R18 número 9 de Albuquerque, Bonanomi y Rast.
Por detrás otras dos unidades de ambas marcas ya sólo esperan el fallo o los problemas para reengarcharse a las opciones de victoria. Y más atrás, los dos Toyota no han tenido el ritmo necesario para luchar de igual a igual. Quizá sacrificar 2015, tras haber sido campeones del mundo la pasada temporada, les pueda hacer construir un coche que estrene su palmarés pronto en la mítica carrera de resistencia. Todo apunta a la 17ª victoria de Porsche en Le Mans para romper un dominio de los cuatro aros que les ha llevado a ganar trece de las últimas quince ediciones, pero esto son las 24 Horas de Le Mans y un segundo todo cambia. Y Audi quiere seguir su hegemonía en el presente siglo...