El consejo de Michael Johnson a Noah Lyles para que bata el récord mundial de Usain Bolt

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Poco a poco, Noah Lyles va haciéndose un hueco en la gran historia de los 200 metros lisos. A sus 26 años, el velocista estadounidense ya cuenta con tres de las diez mejores marcas de la historia en la prueba de la curva. Una de ellas la logró este domingo en la Liga de Diamante de Londres (la del récord europeo de Femke Bol, de Sifan Hassan y la victoria de Adel Mechaal sobre Mario García Romo), en la que consiguió la victoria con 19,47 segundos, exigido a su lado primero por Zharnel Hugues, que batió el viejo récord británico de John Regis con 19,73s, y después por el prodigio de Botsuana Letsile Tebogo, que rebajó el récord africano de Frank Fredericks hasta 19,50s y promete a sus 20 años erigirse en rival de Lyles y de Erriyon Knighton, el chico que viene batiendo récords de Usain Bolt desde la adolescencia y que finalmente se borró de la carrera londinense.

Antes de que Tebogo y Knighton alcancen la cima, Lyles quiere su momento. Lleva 17 victorias consecutivas desde su derrota frente a Andre de Grasse en los Juegos de Tokio y el récord mundial de Usain Bolt, 19,19s en Berlín 2009, está en su mente. Hace un año en Eugene ganó su segundo título mundial corriendo en 19,31s, el tercer tiempo más rápido de la historia y una centésima menos que el récord de Estados Unidos, aquellos míticos 19,32s que Michael Johnson logró en Atlanta 96 y que, se pensó entonces, nadie batiría.

Una vez superado, Johnson no parece tener problema en que Lyles siga arañando centésimas al cronómetro. "Noah debe pensar que el récord mundial es posible. Su velocidad máxima en la recta ha mejorado dramáticamente en los últimos años. Necesita descubrir cómo alcanzar esa máxima velocidad en la curva. Ahí es dónde está la oportunidad", analizó Johnson, siempre un entusiasta comentarista del atletismo, en Twitter.

Las estadísticas dan la razón a Johnson: Hugues y Tebogo corrieron mejor la curva y Lyles no alcanzó la primera posición hasta los 70 metros, ventaja que no fue visible hasta llegada la primera recta. En el primer hectómetro, solo aventajaba en una centésima a Hugues y en cuatro a Tebogo. Su segundo 100 lanzado en 9,28s fue, sin embargo, inalcanzable para sus rivales.

La salida es el talón de Aquiles de Lyles, también en los 100 metros, donde este año intentará el doblete en el Mundial de Budapest, tras conseguir su plaza en los Trials de Estados Unidos. A Lyles le ha servido con allí en 9,94s, sin llegar a su tope de 9,86s, pero no se le puede descartar en una prueba que se prevé abierta como pocas veces, sin un atleta que parezca imbatible. De momento, el líder mundial del año es, precisamente, Zharnel Hugues con 9,83s, un hombre al que Lyles convenció en la rueda de prensa previa que el récord británico estaba en sus piernas.

"Estoy preparando una trenza aerodinámica en mi pelo para el Mundial, así que estad atentos", bromeó Lyles en Londres. Ahora, volverá a Estados Unidos para concentrarse con el relevo. Lo siguiente será ya Budapest.