03/05/2024

El día que Beckenbauer jugó el Partido del Siglo con un hombro dislocado - ESPN

Hace 4 meses

El día que Beckenbauer jugó el Partido del Siglo con un hombro dislocado - ESPN

El Estadio Azteca fue testigo de uno de los mejores partidos que se hayan dado en las Copas del Mundo.

El Estadio Azteca fue testigo de uno de los mejores partidos que se hayan dado en las Copas del Mundo.

El Estadio Azteca fue testigo de uno de los mejores partidos que se hayan dado en las Copas del Mundo.


La Copa del Mundo de 1970 es uno de los mejores mundiales de futbol de la historia, si no es que el mejor, y una de las anécdotas que lo hicieron inolvidable fue la protagonizó Franz Beckenbauer, cuando con un hombro dislocado jugó más de 50 minutos en el ‘Partido del Siglo’ contra Italia.

Era la Semifinal en el Estadio Azteca de la Ciudad de México para acceder al partido por el título y se enfrentaban Alemania contra Italia. Los germanos, subcampeones del mundo cuatro años antes, tenían un plantel plagado de estrellas, pero Italia también era uno de los favoritos.

Italia ganaba desde el minuto 8 con un gol de Roberto Boninsegna, cuando en el 70’, Franz Beckenbauer chocó con el durísimo Giacinto Facchetti y como resultado sufrió la dislocación del hombro derecho. Así, el ‘Kaiser’ Beckenbauer se mantuvo en el campo con el dolor y fue inmovilizado para los tiempos extras que fueron forzados por el gol de Karl-Heinz Schnellinger en el minuto 90+2’

Los médicos de Alemania, que en ese entonces era Alemania Federal, ya que eran tiempos de la Guerra Fría y existía el Muro de Berlín que dividía en la dividía países, pegaron el brazo derecho de Franz Beckenbauer a su pecho con cinta adhesiva blanca en un improvisado cabestrillo.

No había posibilidad de que Beckenbauer fuera sustituido. Sólo se permitían dos cambios por equipo en cada juego y Alemania Federal ya había hecho sus dos movimientos de Hannes Lohr y Bernd Patzke y el ingreso de Reinhard Libuda y Sigfried Held. Entonces, o Franz Beckenbauer dejaba con 10 hombres a su selección o jugaba con la fuerte dolencia.

Ahí, la leyenda del defensor que portaba la camiseta número 4 se agigantó y fue uno de los protagonistas de uno de los mejores partidos que se hayan dado en las Copas del Mundo.

Se volvió icónica la imagen de Beckenbauer, quien con el brazo fijo, salía jugando, proyectaba con pases largos y defendía con elegancia y tiempismo ante los embates italianos.

Al final, Italia ganó el partido 4-3 y se ganó el derecho de disputar la final frente a la poderosa Brasil de Pelé, Gerson, Tostao, Rivelino, Jairzinho, pero ahí quedó la estampa del mejor defensor central de la historia y que además definió la posición como un jugador con salida e iniciador de ataques, algo que era muy raro en sus tiempos.

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