El defensor Bernardo Espinosa se convirtió en uno de los flamantes refuerzos del futbol colombiano al llegar al Atlético Nacional luego de sumar muchas temporadas en la Liga de España.
El colombiano de 34 años llegó para remplazar al zaguero Cristian Zapata, quien salió del Verdolaga tras no cumplir con las expectativas, para hacer pareja con Juan Felipe Aguirre.
El futbolista debutó el pasado domingo en el triunfo 3-1 frente a Alianza Petrolera, razón por la que el Diario AS lo contactó para realizarle una entrevista en donde habló de su llegada al equipo antioqueño, de su adaptación, de sus expectativas con el club, de sus deseos de jugar en el FPC, entre otros temas.
Llegada a Atlético Nacional
“Feliz, recién aterrizando, con mucha energía, con mucho cariño recibido por parte de la ciudad, del club, de los compañeros, me han facilitado todo en estos días en los que uno tiene que hacer muchas cosas y además entrenar y prepararse para la competición, entonces muy agradecido y con la motivación máxima”.
La adaptación al fútbol colombiano
“Bueno, los cambios siempre hay que asimilarlos de la mejor manera y lo he visto desde el lado positivo. Ha sido una gran ilusión, hacerlo así, llegar al club. Ha sido grande el cambio, pero cuando las herramientas y el lugar a donde uno llega son del máximo nivel, eso facilita mucho las cosas”.
Sus expectativas con Atlético Nacional
“Sí, cuando uno llega a un club grande se presuponen todas esas cosas, pero no siempre es así, a veces es matemático, pero yo tenía altas expectativas, pero acá por su nombre, historia, podría pensar que solo lo iba a contar, pero ha sido mucho mejor, no solo la sede sino la ciudad y el grupo de trabajo que representa a Nacional es de alto nivel y eso me llena de satisfacción porque así voy a poder realizar mi trabajo de la mejor manera”.
La familia y su adaptación en Colombia tras dejar España
“Ellos en proceso, lógicamente tengo tres hijos, esa adaptación quiero que sea de la manera más cómoda posible y en estos primeros días solo vine con mi papá, que este cambio para nosotros no es tan grande porque los dos somos de aquí. Pero esa ha sido la tarea, adaptar todo lo antes posible para que la familia venga”.
Su deseo de jugar en Colombia
“Siempre fue un deseo y la ilusión, aunque sí es verdad que cuando estás compitiendo en el máximo nivel en Europa, es como un sueño, pero siempre ha sido algo que para mi meta personal quería cumplirlo en algún momento y para poder lograrlo tenían que cumplirse circuntancias personales y familiares y en este caso se dieron todas esas cosas. Creo que es el momento deportivo adecuado también para poder contribuir al club con el máximo nivel”.
La relación con John Bodmer
“Sí, estamos atravesando ese proceso de que cada vez ellos con menor edad y también los jugadores progresan y también pasa en todos los estamentos. Ha sido muy bueno porque hablamos el mismo lenguaje, el profe tiene una idea moderna del fútbol con conceptos que son de mi agrado y de mi conocimiento porque lo he hecho en varios equipos en mi carrera, entonces se alinean las conversaciones fácilmente y me da gusto contribuir a esa experiencia que, por ejemplo, me ha dado un proceso como el que tuve en el Girona que tiene una idea muy parecida y los pros y contras que eso tiene. Él tiene un gran conocimiento y una idea muy clara y para defender una idea lo primero que uno debe tener es convicción para hacerlo y hay un ambiente óptimo para poder desarrollarlo”.
El pedido de Jhon Bodmer
“No solo eso, hemos hablado de las funciones colectivas, en mi caso las responsabilidades es venir a aportar como jugador no solo con la experiencia que ya he tenido sino por lo que sé desde el modelo de juego y modelo posicional que uno requiere de tiempo y la idea es poder ayudar a mis compañeros que están llenos de juventud y de ganas de aportar y que tienen que asimilar esos conceptos rápidamente porque estamos en un club que exige desde el primer día”.