El Santiago Bernabéu y todo el mundo futbolístico se encuentra inquieto ante la situación que está viviendo uno de los maestros del balón, Luka Modric, en el Real Madrid. Con 38 años a cuestas y un historial glorioso, el croata ha pasado de ser una pieza fundamental en el once titular a convertirse en un espectador habitual desde el banquillo. Su descontento con esta situación se ha hecho público en más de una ocasión, especialmente cuando se pone la camiseta de la selección croata. La última vez que expresó su frustración fue antes del enfrentamiento contra Turquía.
“Esta es una situación nueva para mí. Es verdad que ya no juego como antes, ni tanto como me gustaría. Siempre quiero jugar, no quiero vacaciones. Así me siento mejor y me preparo mejor para los partidos”. Estas declaraciones dejan en claro su anhelo por estar en el campo, donde su influencia es innegable.