El Valencia, con un excepcional trabajo de Bojan Dubljevic, ganó por 79-86 el segundo asalto de la final de la Liga ante el Real Madrid, en el que el mexicano Gustavo Ayón, que sólo jugó 10 minutos, aportó 7 puntos, puso las tablas en la eliminatoria, 1-1, y ahora tiene el factor campo a su favor.
Aunque los dos equipos salieron con la intención de controlar en defensa, (0-0, min. 1.30), fue el Valencia el que primero encontró el camino al aro con un 0-5 (min.2.15) y un 4-13 (min.4.05) con sendos triples de Lucas Sikma y Rafa Martínez.
Las primeras alarmas comenzaron a encenderse en el Real Madrid y su entrenador, Pablo laso, de inmediato reclamó la raza de Andrés Nocioni en pista para poner la dureza defensiva que el Valencia propuso y que el partido necesitaba.
Pero el remedio no fue inmediato y el 6-16 del marcador (min.6) necesitó que Sergio Llull se activara para frenar la actividad de los valencianos, con el capitán Martínez, Fernando San Emeterio y Sikma como los más destacados en ataque, con un Guillem Vives brillante en la dirección.
El Valencia, que salió como un ciclón, hizo todo lo necesario y más para llevar el partido a donde había previsto, con una defensa dura y rocosa -que dejó al Madrid en 4 puntos en los primeros 5 minutos- y un ataque veloz, preciso y contundente.
El Madrid tuvo que ponerse a remar contracorriente y con una defensa en zona en el último minuto consiguió cerrar el primer cuarto con un 22-28.
En el segundo cuarto Madrid y Valencia dejaron la batalla en campo abierto y pasaron al cuerpo a cuerpo en las trincheras. El Madrid comenzó a acumular trabajo bajo los aros, pese a cargar de personales a sus hombres altos, lo que le hizo dominar el rebote y poder ir recuperando poco a poco la desventaja ante un Valencia que no volvió la cara en ningún momento y que aguantó el tipo.
Will Thomas aportó puntos en momentos importantes, ante la 'ausencia' de Bojan Dubljevic, ahogado por la defensa madridista.
El Madrid se apuntó el segundo asalto por 19-15, para un 41-43, con un excelente 'Chapu' Nocioni, que repartió energía entre sus compañeros y anotó 8 puntos.
El paso por vestuarios sirvió para que los locales aclararan sus ideas, al menos de primeras, porque una canasta de Llull -claro- (min. 22.30) permitió al Real Madrid ponerse, siquiera fugazmente, por delante en el marcador y por primera vez, 47-46.
El Valencia reaccionó de inmediato metiendo balones a Dubljevic y marchándose otra vez en el marcador, 47-52 (min.34.30). Pero aquello fue un serio aviso.
Y fue el capitán, Felipe Reyes, en otra actuación portentosa, el encargado de firmar la segunda ventaja de su equipo, 60-59 (min.28). El Madrid comenzó a volar sobre la pista al tiempo que el Valencia intentó sobrevivir a sus momentos más oscuros, hasta llegar al 64-61 de final del tercer cuarto.
La sensación, a estas alturas del partido, era de un Madrid creciendo en su juego y en confianza y un Valencia agotado por el trabajo realizado, pero nada más lejos de la realidad.
Un triple de Antoine Diot igualó el marcador en el inicio del cuarto de la verdad, 64-64, y Dubljevic, con 5 puntos seguidos, una entrada y un triple, el encargado de insuflar vida a su equipo, 66-69 (min.37).
Nocioni salió de nuevo al rescate con un triple desde la esquina (demostrando que está para jugar una década más), 69-70 (min.34), pero el Valencia aguantó el acelerón y se defendió como gato panza arriba, 71-73 (min.35.30).
Una personal intencionada de Llull permitió al Valencia volver a dominar por 73-78 (min.37), pero la reacción local -con otra canasta de Llull- hizo que con minuto y medio por delante se llegara con empate a 79.
Dubljevic, fundamental en los momentos calientes del partido, anotó una canasta imposible y Llull falló en la réplica. El Valencia se agarró a los rebotes ofensivos para acabar ganando por 79-86 y empatar la serie, 1-1. Dubljevic enseñó el camino a su equipo.
Gustavo Ayón acabó el partido con 7 puntos en poco más de diez minutos. Además capturó 5 rebotes y recuperó dos balones.