México se jugará el pase a semifinales de la Copa Confederaciones de futbol de Rusia enfrentándose a la selección anfitriona en un partido a todo o nada que promete emociones y ambiente dignos de una final.
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"Jugar en Rusia, con un 90 por ciento de público ruso y un rival que se juega la clasificación es un escenario extraordinario para el futbol mexicano y sus jugadores", anticipó el técnico Juan Carlos Osorio sobre el encuentro en el imponente Kazán Arena.
"Es un partido que hemos esperado desde hace mucho tiempo, jugar en un escenario en el que vamos a ser visitantes", añadió el colombiano, que mostró absoluta confianza en el plantel: "Si algo tiene este grupo es la resiliencia, el deseo de ganar y de hacerlo bien".
Su par de Rusia, Stanislav Cherchesov, pronosticó hoy un partido "interesantísimo". "Tal vez sobre el papel son mejores que nosotros", admitió, aunque avisando que su equipo estará en condiciones de asumir la "responsabilidad" de un cruce bajo máxima presión. "Será una especie de final", había definido en la semana.
Para México, primero del Grupo A con los mismos puntos y más goles que Portugal, la cuenta es clara: un empate le aseguraría un lugar entre las cuatro mejores. Rusia, en cambio, está obligada a ganar. El empate solo le serviría con una improbable derrota del Portugal de Cristiano Ronaldo frente a la débil y ya eliminada Nueva Zelanda.
Pero Andrés Guardado, una de las estrellas del "Tri", dejó hoy claro que el equipo no arriesgará con cálculos y saldrá con una única idea: "Estamos pensando en ganar nuestro partido para ir con mucha confianza a las semifinales, que van a ser muy complicadas. Creemos en nuestro potencial y en nuestras cualidades. La realidad es que tenemos todo para clasificar".
México tendrá mucho que afinar si quiere evitar sustos. El ganador de la Copa de Oro jugó con fuego en el duelo anterior con Nueva Zelanda, que lo sorprendió incluso adelantándose en el marcador, y coqueteó con una derrota que habría sentenciado prácticamente su suerte en el torneo.
La remontada evitó el desastre, pero no las críticas a Osorio y, en particular, a su polémica política de rotaciones: en Sochi sacó un equipo con ocho cambios en comparación con el once del buen debut con Portugal y dejó en el banco todo el partido al máximo goleador histórico del equipo, Javier "Chicharito" Hernández.
Osorio defendió hoy su sistema como un modo de estimular la competencia interna y de cuidar el físico de los jugadores, pero lo cierto es que el partido en Sochi dejó otra mala noticia: la lesión de Carlos Salcedo, que afronta una baja de tres meses y ya dejó el plantel para recuperarse del hombro.
También Héctor Moreno tuvo que dejar el campo con una molestia. Osorio evitó confirmar hoy si podrá jugar mañana. Tampoco lo hizo con Rafael Márquez, que se recupera de una operación en la espalda y disputó los últimos minutos ante Nueva Zelanda.
Lo que es seguro es que el técnico volverá a alinear un equipo muy similar al que convenció en el debut con Portugal y que se presenta, más allá de los experimentos del colombiano, como el que más garantías ofrece hoy a México.
Menos previsible es el plan ruso. El entrenador Cherchesov aclaró que esperará al último momento para definir el once que lidera el delantero Fedor Smolov. "Decidiré en función del oponente, pero mirando el estado de mis jugadores", avisó Cherchesov.
En medio de una enorme presión por brillar en su torneo, Rusia acalló las dudas con la victoria en el partido inaugural ante Nueva Zelanda y convenció plantando cara a Portugal en un partido definido solo por un temprano gol de Cristiano Ronaldo.
Cherchesov aseguró hoy que su equipo no se plantea las consecuencias de una derrota y solo piensa en el partido de mañana. "Uno puede tropezar y caerse si se concentra en lo que va a pasar en el futuro", sentenció el técnico.
El último enfrentamiento entre ambos, hace 23 años, fue en amistoso que acabó con victoria rusa por 4-1. México podrá mañana tomarse algo más que una revancha: un punto lo colocaría en semifinales del torneo que ya conquistó en 1999, muy posiblemente frente a Alemania o Chile.